Emergencia ambiental en Salamanca
Por: Alberto De la Torre Gleason
Alcaldesa municipal y Director de Protección Civil
La noche del pasado 23 de julio del 2019 ocurrió en el municipio de Salamanca una emergencia ambiental descrita como una nube tóxica con fuerte olor a ajo podrido y que ocasionó alarma y malestares diversos en la población; y aunque la Secretaría de Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial del estado de Guanajuato emitió un primer dictamen de lo sucedido (más de una semana después de ocurrida la emergencia), no existe aún claridad en la información sobre lo acaecido esa noche.
El 18 de diciembre del año 2016 se publicó en esta columna de Biósfera el artículo titulado “La contaminación ambiental y la salud humana” [i], en el que se relata que derivado del accidente químico por la fuga de una sustancia llamada malatión, fabricada por la empresa Tekchem S.A. de C.V., que operó en la ciudad de Salamanca, Gto., se lleva a cabo cada año el TOXIFEST, como un evento para activar la conciencia pública y denunciar la injusticia ambiental que impera hasta el día de hoy por éste accidente tóxico que afectó en el año 2000 y que aun afecta con los pasivos ambientales de la empresa a la comunidad en general.
También describe el artículo mencionado que, en ese año, se impartió un taller titulado “Toxicología y derechos colectivos” destacando los párrafos siguientes:
- Los accidentes químicos en México presentan el mismo patrón de comportamiento:
…
- Planificación nula para atención de las emergencias por parte de las autoridades de gobierno de los tres niveles (municipal, estatal y federal).
…
- Normativa laxa y corrupción entre autoridades de gobierno y empresa.
- Las empresas no pagan el total de los daños ambientales y de salud y heredan estos costos como deuda pública que pagaremos injustamente todos los mexicanos con nuestros impuestos.
- No existe interés genuino por parte de las autoridades gubernamentales, para implementar estudios toxicológicos y epidemiológicos serios ante estos accidentes químicos y que pudieran servir tanto para amortiguar los daños como de aprendizaje para sentar las condiciones para prevenirlos en un futuro.
…
- Es necesario conocer nuestros derechos como ciudadanos, tanto a la salud y un medio ambiente sano, más otros derechos humanos y constitucionales (participación, democracia, educación, libertad de expresión, libre organización, etc.) para organizarnos en favor de la defensa de la vida de nuestra generación y las venideras.
Así mismo el día 25 de diciembre de ese mismo año, 2016, se continuó con el tema en el artículo titulado “Accidentes industriales y emergencias ambientales” [ii] del cual destacamos lo siguiente:
…en nuestro país y en otros países del llamado Tercer Mundo ese tipo de eventos suelen presentarse con alarmante frecuencia y en ello tiene que ver de manera importante… [la] laxitud en la aplicación de la normativa y la corrupción tanto en círculos gubernamentales como de la empresa privada.
Cuando el objetivo de una actividad es la ganancia, todo se supedita a ese fin… lo que tarde o temprano crea condiciones que alteran el desarrollo normal de la actividad y sobrevienen accidentes.
La emergencia de la noche del 23 de julio de este año y lo sucedido en los días siguientes, deja en claro que aunque están al alcance todos los instrumentos técnicos, jurídicos, administrativos e institucionales que nos permitirían estar preparados para atender de una mejor manera este tipo de emergencias; en realidad no estamos bien preparados, no hemos aprendido por falta de educación ambiental, ni capitalizado las experiencias anteriores como el accidente de Tekchem y, como población salmantina seguiremos padeciendo situaciones similares en tanto no tomemos cartas serias en el asunto y las autoridades de los tres niveles de gobierno sean responsables en sus obligaciones descritas en la normatividad de la materia.
[i] Consulta en línea: https://salmantino.mx/2016-b-i-o-s-f-e-r-a-kuxtal-yolistli-58/
[ii] Consulta en línea: https://salmantino.mx/2016-b-i-o-s-f-e-r-a-kuxtal-yolistli-60/
