La poliomielitis es una enfermedad que no tiene cura, causada por un virus que afecta principalmente a menores de cinco años. El único método de control de esta enfermedad es la vacunación.

Hasta el 95% de las personas infectadas con poliomielitis no presentan síntomas, sin embargo, es una enfermedad contagiosa.

De acuerdo con especialistas del sector salud, una de cada 200 infecciones, produce parálisis irreversible generalmente en las piernas y hasta un 10% de dichos casos fallece por parálisis de los músculos respiratorios.

Hay tres tipos del virus que se transmite a través del consumo de agua y alimentos contaminados.

Es importante señalar que los casos de poliomielitis han disminuido en más de un 99%, de los 350 mil  estimados en 1988 a los 223 notificados en 2012. La reducción de estos casos se debe a los esfuerzos mundiales para erradicar la enfermedad.

La poliomielitis es una enfermedad muy contagiosa que afecta principalmente a los niños. El virus se transmite de persona a persona principalmente por vía fecal-oral o, con menos frecuencia, a través de un vehículo común, como el agua o los alimentos contaminados, y se multiplica en el intestino desde donde invade el sistema nervioso y puede causar parálisis.

Los síntomas iniciales son fiebre, cansancio, cefalea, vómitos, rigidez del cuello y dolores en los miembros. En una pequeña proporción de casos la enfermedad causa parálisis, a menudo permanente. La poliomielitis no tiene cura, pero es prevenible por medio de la inmunización.