BIÓSFERA

Bienes materiales vs Valor de la vida

 

Por: Alberto De la Torre Gleason

 

Juan Comodoro, buscando agua encontró petróleo, … pero se murió de sed…

 

Facundo Cabral.

 

En el evangelio bíblico se menciona que Jesús dijo: «¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde su alma? ¿O cuánto podrá pagar el hombre por su vida?[i]», en términos más terrenales debemos preguntarnos: ¿De qué nos sirve tanta ganancia financiera y respaldo en oro (o lo que ustedes gusten), si perdemos la salud y la vida?

La situación medioambiental del planeta está en franca crisis, casi al punto de volverse irreversible[ii], no porque la naturaleza no pueda regenerarse, lo ha hecho múltiples veces en su historia, pero en el espacio tiempo de la raza humana significaría la extinción de nuestra especie como alguna vez lo fue para los dinosaurios; la diferencia es que la nuestra sería estúpidamente provocada por nuestra negligencia y obstinación por un poder ficticio y fugaz.

Como ejemplo, está el acceso y disposición del agua en una región que, sin lugar a dudas, quien tenga más recursos económicos tendrá la opción de perforar más profundamente sus pozos para obtener agua, ¿Sí?, ¿por cuánto tiempo?, ¿cinco años más? Son quimeras, simples pseudo raciocinios que solamente prolongarán una agonía inminente.

La naturaleza no puede ser engañada como se engaña a un electorado con promesas falsas o compra de votos, las acciones negativas que hemos hecho para romper el equilibrio que mantiene la vida, no pueden ser escondidas, ni dejar de surtir sus efectos adversos por el simple hecho de pronunciar un decreto legal o dar un «moche».

Estamos frente al peor trance planetario, con el poder de borrar en pocos minutos la vida sobre la faz de la Tierra, en el que la ganancia financiera y el «tener» son más importantes que el valor de la vida y el «ser»; a veces somos tan ciegos que nos obstinamos en regatear y hasta no querer pagar el precio de la cura, ignorando que sin cura no hay vida y sin vida, no hay nada.

Lo que nos ha llevado a la situación del párrafo anterior es el sistema económico occidental neoliberal, que da preferencia al «tener» sobre el «ser», en el que todo tiene un precio monetario y el valor real es escondido, no como un mero accidente sino con toda la intención perversa de implantar un sistema de subyugación en donde un grupo minoritario, elitista y ambicioso, domina a otro grupo mayoritario, vulnerable y desorganizado, con  el fin de sobreexplotar sus riquezas en beneficio del grupo dominante.

En esa sobrexplotación está incluida la riqueza natural, agua, suelo, aire, especies vegetales y animales, pensando que el planeta es infinito y que la vida en este plano es eterna.

¡Estamos en la tercera llamada! ¡Tercera y última!, O cambiamos en nuestra banal y mediocre forma de pensar y actuar, o en breve seremos una especie extinta más.

 

[i] Evangelio según San Mateo 16:26.

[ii] Nos acercamos al punto de no retorno con el cambio climático: IPCC, consulta en línea: http://www.teorema.com.mx/cambioclimatico/nos-acercamos-al-punto-de-no-retorno-con-el-cambio-climatico-ipcc/?fbclid=IwAR3mkrnHCss1T0XlOExw5HW318APxyVueyRdzRH18ddSVGQ9pKUSTSNjmXA

 

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