En el año de 1900, en Salamanca se celebraban las fiestas patrias con «jamaicas», con 339 pesos alcanzaba para la realización del evento.
¿Cómo festejas en familia las fiestas patrias?
En nuestro país, la tradición consiste en hacer una gran fiesta en familia, compartir antojitos deliciosamente mexicanos, escuchar música tradicional, no puede faltar el mariachi, el traje típico y hasta un buen karaoke con amigos.
Tampoco puede faltar salir al monumento más importante de cada localidad y dar el grito con el pueblo en compañía de algún representante del gobierno municipal, estatal o federal, luego bailar y cantar al ritmo de algún conjunto o artista famoso.
Las calles lucen llenas de adornos con los tres colores que nos representan pero en los años de 1900 se hacía una «Jamaica».
¿Qué es eso? Veamos en qué consistían estas fiestas a un siglo de nuestra Independencia de México es decir en el siglo XX, para ello el historiador salmantino Benjamín Arredondo, nos comparte algo de la historia e imágenes que evoca a aquellos tiempos.
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«Hace poco comentaba con unos buenos amigos de Teocaltiche, Jalisco, sobre una palabra que me llamó la atención leer en las Memorias de Victoriano Salado Álvarez en la que, al referirse a las celebraciones del Corpus Christi lo hace diciendo que luego de la cosa litúrgica seguía la «Jamaica», me pareció una manera muy interesante de definir una fiesta de pueblo, asociando la idea de «Jamaica» con un gran vitrolero lleno de roja agua fresca de esta flor. Ahora me sorprendo más aun al ver en la cuenta de gastos del comité organizador de las fiestas patrias de 1900 en la que mencionan que aquello fue, precisamente, una Jamaica.
Fueron estas las primeras fiestas organizadas en el siglo XX aquí, en Salamanca, no se les llamaba comité organizador, sino Junta Patriótica, al grupo de ciudadanos que, con honor recibían el cargo anual. Era el Licenciado don Ramón Garcilita quien presidía la junta en ese comienzo del siglo y la lista que vemos ahora corresponde a los ciudadanos que hicieron un donativo para las Fiestas Patrias, entre ellos don Domingo G. García, propietario de la Hacienda de San Rafael de Uruétaro; don Octaviano Arredondo, propietario de la hacienda de Trojes de Sardinas y don Florencio Orozco, propietario de la hacienda de Aguilares, aportando cada uno de ellos 3 pesos, suma considerable en ese entonces.
Al leer esta cuenta de gastos de la «Jamaica» organizada, tanto en la Plaza de la Constitución como en el Teatro Juan Valle, nos transportamos en el tiempo. Cada renglón, cada rubro, nos va diciendo lo que en esas fiestas había, con la aportación que los ciudadanos de Salamanca hicieron, se formó el fondo para los gastos que se tendrían en la fiesta.
Fueron varios los puestos que se colocaron, aunque no dice en que lugar, intuimos que fue en la Plaza de la Constitución, ya que, desde un documento anterior, de 1868, se menciona que era allí el lugar de las Fiestas Patrias, algo así como una Kermesse, que se desarrollaba en torno a la Pirámide que allí se levantaba, la cual no era una pirámide como tal, sino una columna.
Uno de los puestos que se instalaron era para la venta de dulces, los cuales, claro está, eran confeccionados exprofeso, para ello vemos aquí los ingredientes utilizados: almendras, azúcar, huevos, canela, jerez, leche y duraznos.
Pero los dulces requerían «saquitos de papel» y de raso también, aquí hubo la necesidad de poner velas para iluminar el puesto.
Se montó una cantina en la cual se sirvieron, entre otras cosas Cognac Martell y de otra marca que parece ser «A de Luze», hubo cervezas, cigarros y puros…
Y como buena kermesse, en este caso, como buena Jamaica, había a la venta Fiambres, Tortas y Enchiladas.
Hubo pan de cerveza, así como buñuelos y gaznates.
Pastelillos también hubo…
Estos fueron los gastos para el decorado de los puestos y del evento en general…
¿Cuánto dinero se requirió para esta Jamaica? $339.82 pesos. Y a continuación los recibos de gastos, allí te darás cuenta de las amenidades de la fiesta; la música, los fuegos artificiales, los globos, etc.
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