
Los filtros de control de confianza siguen revelando deficiencias estructurales en las fuerzas de seguridad municipales, mientras la ciudadanía exige resultados y transparencia.
El pasado 25 de junio, el Ayuntamiento de Celaya anunció la baja de 30 elementos de la Policía Municipal, tras no obtener resultados favorables en los exámenes de control y confianza, según informó el director de la corporación, Bernardo Rafael Cajero Reyes.
Este proceso, realizado por el Centro de Evaluación y Control de Confianza de Guanajuato, forma parte de una depuración permanente iniciada a principios de año. En marzo, se registró la salida de 23 policías (de un grupo de 120 reingresados en diciembre de 2024) por no acreditar las pruebas o por encontrarse con pendientes administrativos. A estos se sumaron ocho más en ese mes por antecedentes penales. En aquel entonces, autoridades advirtieron que los resultados remitidos por el estado podrían incrementar la cifra final.
Además, en mayo, el secretario de Seguridad ciudadana de Celaya, Pablo Muñoz Huitrón, reforzó la propuesta de un convenio con la Sedena para agilizar las evaluaciones, debido a retrasos recurrentes en los exámenes estatales.
Hasta la fecha, el municipio mantiene un déficit crónico superior a 1,100 plazas policiales, por lo que las bajas representan un golpe severo a la plantilla operativa, que enfrenta diariamente elevados índices de violencia . Para enfrentar esta carencia, Celaya coordina cada vez más acciones conjuntas con la Guardia Nacional, que despliega cerca de 2,200 efectivos en la región, de los cuales 500 están asignados exclusivamente al municipio .
El alcalde, Juan Miguel Ramírez Sánchez, ha calificado esta jornada de evaluaciones como parte de una “depuración institucional” que busca restablecer la confianza ciudadana. Sin embargo, reconoció que este procedimiento (necesario conforme a la ley) acentúa la necesidad urgente de acelerar el reclutamiento y certificación de nuevos agentes acreditados.