Sin la presencia del alcalde César Prieto, se llevó a cabo la visita oficial de la comitiva japonesa proveniente de Kasugai, ciudad con la que Salamanca mantiene un hermanamiento desde hace varios años.
El encuentro incluyó recorridos por la comunidad de Valtierrilla, el Claustro de San Agustín y la Casa de la Cultura, donde los visitantes conocieron parte del patrimonio histórico, gastronómico y artístico del municipio.
Autoridades culturales locales encabezaron las actividades, que buscaron destacar la hospitalidad y las tradiciones salmantinas.
Aunque este tipo de visitas forman parte de una tradición diplomática y cultural, la ausencia del presidente municipal llamó la atención, sobre todo porque se trató de un acto que refuerza la proyección internacional del municipio.
Sin embargo, más allá del protocolo y las fotografías, la visita vuelve a abrir una pregunta que ha acompañado a este tipo de eventos: ¿de qué manera se traduce este hermanamiento en beneficios reales para la población?
Hasta el momento, no se han informado proyectos específicos derivados de la relación entre Salamanca y Kasugai, como intercambios educativos, convenios económicos o programas turísticos permanentes.
Los encuentros se han limitado a actividades culturales simbólicas y de buena voluntad, en esta ocasión, como en muchas otras, sin la presencia del primer edil.


































