
En un contexto que marca un antes y un después en la política local, el Ayuntamiento de Salamanca dio un paso contundente hacia la inclusión: reformó su estructura interna para reconocer y atender de forma directa a la comunidad LGBT+.
A partir de ahora, la Unidad de Derechos Humanos del municipio no solo llevará ese nombre: también tendrá como responsabilidad oficial atender los temas relacionados con la diversidad sexual y de género. Es decir, ya no será un tema invisible ni fuera de agenda.
También se aprobó la creación de un Reglamento Municipal exclusivo para personas de la diversidad sexual y de género, con el que se podrán desarrollar políticas públicas enfocadas a la no discriminación, el respeto a los derechos humanos y la participación activa de estos colectivos en la vida pública.
Este cambio se aprobó durante la Cuarta Sesión Extraordinaria del Cabildo, y fue respaldado por el presidente municipal César Prieto, quien reafirmó el compromiso de construir un gobierno que refleje la pluralidad y proteja la dignidad de todas las personas.
Con esto, Salamanca no solo hace historia en su propia administración, sino que se suma a las ciudades que entienden que los derechos no se piden: se garantizan.