En Salamanca, sobre todo en el primer cuadro de la ciudad, se vive una realidad que muchos preferirían ignorar, pero que ante el crecimiento del parque vehicular, especialmente de motocicletas, se vuelve imposible pasar por alto, se trata del hecho de que no hay suficientes espacios exclusivos para motos.
La problemática afecta de forma considerable temas de seguridad y afluencia vehicular ya que, cuando un motociclista no encuentra lugar para estacionar su vehículo, optan por acciones, indebidas, sí; pero que a decir de muchos “no queda de otra”, como estacionarse en banquetas, obstruyendo la vista a transeúntes, además de que interrumpen el flujo peatonal, bloquean accesos y hasta invaden carriles destinados para autos.
Este escenario termina generando caos vial, que va desde embotellamientos pequeños pero continuos, molestia ciudadana y accidentes menores.
Si bien la regulación es importantes, hace falta mayor planeación urbana centrada en las necesidades reales de todos los usuarios, incluidas, precisamente, los motociclistas.
“A veces no hay ni un solo lugar dónde dejar la moto y si me estaciono en una esquina o cerca de una banqueta, los tránsitos llegan y me quitan, incluso me dicen que se llevarán mi moto; pero no se ponen a pensar que NO HAY LUGAR. Es muy molesto estar trabajando y tener que estar adivinando dónde no me van a multar o quitar la moto”, cuenta Luis, repartidor de comida desde hace tres años, quien subraya que la ausencia de estos espacios no le permiten realizar su trabajo o bien, debe dejar su moto varias cuadras lejos de su destino, algo que le da desconfianza por la cantidad de robos de este tipo de unidades que se han presentado en Salamanca.
La solicitud es puntual: más espacios para motocicletas y sobre todo, más seguridad para que el robo de estos vehículos (y en general de cualquier vehículo) no se siga presentando en el municipio.
📷: Yazmín Arciga


































