Michoacán se prepara para un momento mágico, pues después de tiempos duros, este año la mariposa monarca podría desplegar más alas que nunca. Los santuarios del oriente del estado, como El Rosario, Sierra Chincua y Senguio, podrían recibir colonias que superen lo visto hasta ahora, gracias al buen clima y al empeño constante de comunidades y autoridades.
El monitoreo oficial señala que en la temporada más reciente, la superficie de bosque ocupada por la monarca en hibernación casi se duplica respecto al año anterior: de apenas 0.90 hectáreas pasó a unas 1.79, lo que representa un alza de 99 %.
Ese crecimiento es un aliento para todos los que han luchado por rescatar a esta especie. Programas de conservación, restauración de bosques, vigilancia comunitaria y mas acciones, han conseguido este escenario. Y aunque aún no se igualan los niveles históricos, como los de hace unos años, se siente que algo cambió.
Ahora, los retos siguen, ya que la tala clandestina, el cambio climático, la pérdida de plantas esenciales como el algodoncillo, y el uso de pesticidas continúan siendo peligros que todavía acechan. Pero si algo enseña el renacer de la monarca es que es posible hacer las cosas bien cuando hay voluntad, solidaridad y amor por lo vivo.



































