
La Fiscalía General del Estado de Guanajuato realizó el martes 15 de julio la exhumación del cuerpo de Dulce Alejandra Marmolejo López, desaparecida en Irapuato en julio de 2020 y cuyos restos fueron entregados ese mismo año, ante la posibilidad de que no le correspondan totalmente.
La madre de la joven, Teresa Marmolejo, fue notificada por personal de la fiscalía de que podrían existir restos de otras personas desaparecidas entre los que se entregaron como pertenecientes a su hija, lo que ha generado un revés emocional y una profunda indignación.
El colectivo de madres buscadoras “Hasta Encontrarte” emitió un comunicado denunciando la falta de protocolos adecuados, señalando que “la revictimización de las autoridades no tiene límites” al obligar a la madre a desenterrar los restos que lloró durante cinco años.
Para garantizar la correcta identificación, la Comisión Estatal de Atención Integral a Víctimas (CEAIV) se sumó con un peritaje independiente en genética y antropología, que se realizará en paralelo al de la propia fiscalía, con cobertura de los gastos correspondientes.
Las pruebas periciales tardarán aproximadamente tres meses, tras los cuales el cuerpo será nuevamente entregado a la familia, y se llevará a cabo una nueva sepultura, en caso de confirmarse que sí corresponden a Dulce Alejandra.
Organizaciones como Amnistía Internacional han criticado esta situación como una forma de revictimización sistemática y han exigido a la Fiscalía que implemente mecanismos transparentes para una “entrega digna” de restos, con garantías de reparación y no repetición.
📸: Jesús Gutiérrez