La inseguridad golpeó de lleno a las inmediaciones del parque industrial Bajío, donde se ubica la planta Mazda en Salamanca. En menos de 24 horas se registraron dos presuntos ataques que encendieron las alarmas entre los empleados y la misma empresa.
El primer hecho ocurrió el martes alrededor de las 8:15 de la mañana. Un presunto ejecutivo de Mazda, circulaba en una camioneta CX-30 rumbo a su casa en el fraccionamiento Cipreses, cuando a la altura del Parque Bajío habría sido interceptado por una camioneta roja. Del vehículo presuntamente descendió un hombre armado que intentó detenerlo. Aunque el trabajador logró esquivar el ataque y escapar, se reporta que los delincuentes realizaron un disparo al aire, lo que generó pánico. Tras el presunto intento de asalto, el ejecutivo regresó a la planta para resguardarse.
El miércoles, casi a la misma hora y en el mismo acceso principal de Mazda, a la altura de un OXXO frente al parque, habría ocurrido un segundo hecho. Cámaras de seguridad captaron cómo una camioneta tipo CR-V fue aparentemente interceptada de manera similar. Aunque parecía que los asaltantes solo pretendían llevarse el vehículo, finalmente se habrían llevado también al conductor, lo que hace pensar en un presunto secuestro.
Estos dos sucesos encendieron las alertas al interior de la planta. La empresa informó en un comunicado que ya trabaja en supuestas medidas de seguridad adicionales, incluyendo la presencia de personal de resguardo y coordinación con el parque industrial para reforzar los accesos.
Los trabajadores, por su parte, piden a la comunidad mantenerse en alerta y exigir mayor protección en este corredor, que diariamente moviliza a cientos de personas. Para ellos, no se trata solo de salvaguardar el trayecto hacia la planta, sino de recuperar la tranquilidad de una zona que se ha convertido en foco de riesgo, donde cada empleado teme que el siguiente incidente pueda tener consecuencias más graves.


































