La presidenta Samantha Smith ha advertido sobre un creciente peligro de derrumbe en diversas viviendas del centro histórico de Guanajuato capital, sobre todo durante esta temporada de lluvias. El problema no solo radica en el deterioro estructural de inmuebles antiguos, sino en la falta oportuna de permisos por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para acceder a las reparaciones necesarias. Esto convierte a esas casas en auténticas amenazas para vecinos peatonales.
Dede la Dirección de Protección Civil se ha identificado un número relevante de fincas en riesgo, alrededor de 14 propiedades, cuatro de las cuales presentan condiciones críticas que requieren atención inmediata. Aun cuando la dependencia municipal ha emitido oficios y ha notificado a propietarios, muchos aún no han recibido respuesta del INAH, paralizando cualquier intento de intervención.
Desde el INAH, la delegada Olga Adriana Hernández ha conocido una clara limitación que es que el centro estatal opera con apenas ocho personas responsables de revisar y atender las solicitudes para intervenir estas viviendas. Esta escasez de personal retrasa las autorizaciones y agrava la incertidumbre, especialmente en inmuebles catalogados con peligro de colapso en plena temporada de lluvias.



































