
La presidenta Claudia Sheinbaum soltó la bomba: va con todo para recuperar las concesiones de agua que fueron entregadas “a modo” en sexenios pasados, muchas de ellas en manos de políticos y empresarios poderosos, incluyendo ni más ni menos que al expresidente Vicente Fox y su familia.
“Hay zonas con crisis de agua donde casualmente hay lagos, presas, pozos y lagunitas privadas dentro de ranchos de alto nivel. Todo eso se está revisando y se va a recuperar”, dijo Sheinbaum, encendiendo el avispero político.
¿El caso más escandaloso? Guanajuato. Ahí la familia Fox tiene al menos 18 concesiones de agua, algunas vigentes hasta 2029. Las usan para sus empresas agrícolas, como Fox Berries, y para su rancho “San Cristóbal”, todo mientras cientos de familias de comunidades cercanas apenas tienen acceso al agua potable.
No es nuevo que el panismo haya privilegiado a grandes marcas. Durante el sexenio de Fox también se otorgaron concesiones millonarias a gigantes como Coca-Cola y Nestlé. Hoy, esa historia podría dar un giro.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) ya está echando lupa a estos permisos. Y no solo eso: según fuentes oficiales, hay investigaciones abiertas sobre cómo ciertas concesiones supuestamente para riego agrícola terminaron abasteciendo desarrollos habitacionales y hasta complejos turísticos, todo sin reportar un solo litro extra.
“El agua no puede ser privilegio de unos cuantos”, remató la presidenta. “Es un derecho de todos y no más negocio de unos cuantos”.
Este movimiento forma parte del plan nacional para enfrentar la sequía, proteger mantos acuíferos y meter orden en un sistema que, por décadas, sirvió a los cuates más que al pueblo.