
En un contexto donde el proteccionismo impone nuevas barreras comerciales, Canadá y México refuerzan su relación económica para sortear las dificultades impuestas por Washington.
A pesar de que en el pasado algunos ministros canadienses abogaron por excluir a México del T-MEC, hoy Ottawa apuesta por una mayor integración con el país latinoamericano, especialmente en sectores clave como el agroalimentario.
Ambas naciones enfrentan una gran dependencia de Estados Unidos: el 78% de las exportaciones canadienses tienen como destino el vecino del sur, mientras que en México esta cifra asciende al 83%.
Ante este panorama, la solución radica en fortalecer los lazos comerciales y de inversión entre ellos, consolidando una alianza que les permita diversificar sus economías y reducir su vulnerabilidad.