La inconformidad entre los comerciantes del mercado Tomasa Esteves crece cada día. Después de años de promesas sin cumplir, aseguran que las autoridades municipales han dejado este histórico centro de abasto a su suerte, permitiendo que se deteriore sin ofrecer soluciones reales.

Los locatarios recuerdan que la administración municipal había acordado realizar al menos una remodelación básica; sin embargo, nada de aquello se cumplió.

“Sí, sí afecta porque pues nada más quedó en que se iba, pues a remodelar un poco, pero pues en realidad, pues no”

A esta falta de acción se suman las complicaciones que enfrentan durante cada temporada de lluvias. Las goteras en el techo son tantas, que trabajar bajo esas condiciones se vuelve casi imposible. Las afectaciones no solo reducen la llegada de clientes, también ponen en riesgo los productos que con esfuerzo mantienen en exhibición.

“Porque simplemente en tiempos de lluvia, pues hay goteras. Muchas de las veces, pues a veces queremos tener limpio o queremos, por decir, como ahorita, con piso, pues es más higiénico para pues lavar y todo eso y pues no”

Pese a la gravedad de las condiciones, los comerciantes aseguran que no han recibido un acercamiento real por parte de la autoridad municipal. Afirman que están completamente abandonados, sin que nadie escuche sus necesidades.

“Ya de ahorita, pues la verdad que no, pues prácticamente sí nos han tenido olvidados”

La comparación con otros municipios duele, pues mientras mercados de ciudades vecinas lucen renovados, limpios y bien organizados, el Tomasa Esteves permanece rezagado, deteriorado y sin una intervención digna por parte del gobierno local.

“Cuando va uno de visita a otras ciudades, simplemente aquí en el estado de Guanajuato hay partes donde están los mercados muy bien organizados, muy limpios y pues aquí, no sé”

Y aunque los locatarios han insistido en la necesidad de mejoras concretas, el presidente municipal César Prieto evita comprometerse a una solución inmediata. En lugar de atender el deterioro actual, insiste en la construcción de un nuevo mercado, un proyecto que los comerciantes no respaldan, pues no atiende las necesidades urgentes del espacio que ya existe. Además, responsabiliza a los propios locatarios del deterioro, pese a que la administración tampoco ha garantizado apoyo ni mantenimiento.

“Cuando se inauguró, era muy similar a lo que era el mercado Barahona, que tenía plazas, que tenía accesos, que era un poquito más estético y que lamentablemente durante muchos años, pues fueron los propios comerciantes quienes fueron invadiendo el espacio, construyendo de manera ilegal. Hoy como bien lo comentas tú, tenemos una situación muy complicada y ante eso estamos promoviendo la construcción de un nuevo mercado, que primeramente este año que viene inicia la construcción”

El alcalde justificó la falta de mantenimiento asegurando que los comerciantes no pagan sus cuotas; sin embargo, tampoco existe evidencia de que la autoridad haya gestionado mejoras externas, mucho menos el problema crónico de ambulantes que invaden calles y bloquean accesos, afectando directamente a los clientes y a quienes dependen del mercado.

“Bimestralmente, quienes tienen alguna concesión o quienes están ocupando un espacio dentro del mercado, tendrían la obligación de pagar cerca de $460 pesos bimestrales, es decir $200 a $230 pesos mensuales y no están pagando. Entonces obviamente cuando no hay ni para mantenimiento, no pagan el tema de los derechos que tienen que pagar, pues esto se convierte en un caos”

Prieto aseguró que el personal de fiscalización está en la zona, aunque su presencia no representa ninguna mejora visible, ya que los ambulantes continúan invadiendo banquetas y calles, provocando caos vial y alejando a los clientes del interior del mercado.

“Si están ahí, el problema es que como lo vuelvo a repetir, hay muchas asociaciones que llegan y que ya se van metiendo y que llegan de Irapuato. Mucha gente no es ni siquiera de Salamanca y no porque tengamos algo en contra de Irapuato, de Celaya, no. Simple y sencillamente es que los propios liderazgos que están ahí, lejos de ser un liderazgo que beneficie a la propia comunidad o a los propios agremiados a esa organización, muchas veces se perjudican”

Mientras los comerciantes piden rehabilitación, el presidente municipal les oferta únicamente su proyecto de un nuevo mercado, ignorando que la urgencia está en atender las instalaciones actuales. Los locatarios exigen ser escuchados; lo que obtienen es presión para aceptar un traslado que no desean.

“Yo siempre voy a actuar de manera legal, voy a acercarme con ellos ya que tengamos este tema, ya del proyecto ejecutivo completo, voy a acercarme con el mercado Barahona, con los del mercado Tomasa Esteves para plantearlos, si de plano no nos interesa y queremos seguir viviendo como estamos viviendo aquí en este mercado yo voy a respetar, pero vamos a tener que aperturar la oferta de estos espacios a la ciudadanía para que pueda aprovecharlo y ser parte de un nuevo mercado municipal”

El alcalde remató reiterando que el deterioro es responsabilidad de los mismos comerciantes, sin reconocer la falta de apoyo institucional ni las necesidades que llevan años señalando.

“Cuando no hay un orden y cuando las propias personas que habitan o son parte de ese espacio no, no, tampoco colaboran, pues imagínense, o sea, ese tema del techo tiene años que se le metió, que se les apoyó, pero al final de cuentas no se ponen de acuerdo, no pagan las cuotas, pues es complicado. Yo lo dije muy claramente, el apoyo que se les va a dar a ellos es brindarles un espacio alternativo que es un nuevo mercado para poder llevar a cabo su actividad”

Entre techos que se caen, goteras, accesos bloqueados, ambulantaje imparable y promesas que nunca se cumplen, los comerciantes del Tomasa Esteves continúan trabajando en condiciones indignas. Lo único que piden es apoyo real para rescatar el mercado donde han construido su vida… pero para la autoridad, la prioridad parece estar en otro lado.