En Guanajuato, más de 2 mil 130 niñas de entre 10 y 14 años se han convertido en madres entre enero de 2020 y junio de 2025, con 133 casos en el primer semestre del presente año.
Esta situación evidencia un problemática persistente que afecta profundamente a menores que aún transitan su infancia en el Estado de Guanajuato.
Médicos que atienden estos embarazos señalan que la mayoría de las niñas desconocía temas básicos de salud reproductiva, y algunas incluso fueron víctimas de abuso. La falta de información ha reactivado el debate sobre incluir educación sexual científica en escuelas secundarias, mientras grupos religiosos se oponen con campañas para evitar su implementación.
Los embarazos a tan temprana edad conllevan riesgos graves para las niñas, complicaciones como preeclampsia, hipertensión y partos prematuros, además de impactos emocionales como depresión posparto y ansiedad.
El caso de una niña de once años atendida en Irapuato ejemplifica lo complejo de enfrentar la maternidad sin preparación ni acompañamiento.
De acuerdo con la opinión pública se debe garantizar educación sexual con base científica, atención integral y políticas públicas que protejan los derechos de niñas y adolescentes en entornos de vulnerabilidad.




































