
La violencia contra representantes políticos y servidores públicos no cesa en el estado. De 2018 a la fecha, Guanajuato acumula 64 homicidios de funcionarios, candidatos y militantes de partidos, una cifra que representa el 9.52% del total nacional, según el registro “Votar entre balas” de Data Cívica.
En apenas una semana, tres ataques mortales volvieron a encender las alertas en distintos puntos de la entidad. El primero ocurrió el 30 de junio en Santiago Maravatío, donde Felipe Flores López, colaborador del ayuntamiento y regidor suplente, fue asesinado afuera de su domicilio. Horas más tarde, en Salamanca, un ataque armado terminó con la vida de Arturo “N”, inspector de Fiscalización y Control.
El hecho más reciente se registró el sábado 5 de julio, cuando Ignacio Alejandro Roaro Aguilar, secretario del Ayuntamiento de Apaseo el Alto, fue ejecutado a balazos mientras jugaba basquetbol en el Parque Ecológico. De acuerdo con testigos, dos hombres armados que viajaban en motocicleta lo atacaron a quemarropa.
Los municipios gobernados por partidos de distintos colores no han escapado de esta violencia: Santiago Maravatío y Apaseo el Alto son administrados por el PAN, mientras Salamanca está bajo gobierno de Morena. Sin embargo, los crímenes han alcanzado a representantes de prácticamente todas las fuerzas políticas con presencia en el estado, incluyendo PRI, PRD, PVEM y Movimiento Ciudadano.
Desde enero de 2018, Data Cívica contabilizó 61 asesinatos de personas vinculadas con la política en Guanajuato; con los recientes casos, la cifra llegó a 64. Al menos 22 de los 46 municipios han sido escenario de estos crímenes en los últimos siete años.
Celaya encabeza la lista con 8 homicidios, seguido de Villagrán y Pénjamo con 5 cada uno, y Abasolo, Santiago Maravatío, Apaseo el Grande y León con 4 cada uno. También se registran ataques en Comonfort, Cortázar, Huanímaro, Irapuato, Jerécuaro, Moroleón, Salvatierra, San Luis de la Paz, Juventino Rosas, Silao y Tarimoro.
Entre los casos más estremecedores de este periodo está el asesinato de Gisela Gaytán Gutiérrez, candidata de Morena a la alcaldía de Celaya, acribillada el 1 de abril de 2024 apenas horas después de arrancar su campaña.
Meses después, en septiembre de 2024, varios integrantes electos del gobierno municipal de Comonfort fueron atacados a balazos, incluyendo a Gilberto Zárate, quien perdió la vida. Su hijo resultó herido.
Otros crímenes recordados fueron el homicidio de Alma Rosa Barragán Santiago, candidata de Movimiento Ciudadano en Moroleón, asesinada el 25 de mayo de 2021 durante un mitin, y el de José Antonio Cano Acosta, precandidato del PAN, ejecutado mientras corría en la vía pública ese mismo año.
La ola de violencia política inició en 2018 con la ejecución de José Remedios Sánchez Aguirre, candidato de Morena en Apaseo el Alto, quien fue atacado luego de reunirse con maestros jubilados.
Los crímenes recientes confirman que Guanajuato continúa siendo un estado de alto riesgo para quienes ocupan cargos públicos o participan en procesos electorales.