
Ava Moore, de 18 años y recientemente aceptada en la Academia de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, falleció el pasado fin de semana luego de ser atropellada por una moto acuática mientras practicaba kayak en el lago Grapevine, en el estado de Texas.
Según reportes policiales, el vehículo era conducido por Daikerlyn Alejandra González González, de 21 años y nacionalidad venezolana. Tras el incidente, González y Maikel Coello Perozo, también venezolano y de la misma edad, abandonaron la escena. Ambos fueron detenidos posteriormente en Dallas.
González enfrenta cargos de homicidio involuntario en segundo grado, mientras que Coello fue acusado de evadir la justicia y huir del lugar del accidente. Las autoridades migratorias confirmaron que ambos se encuentran en Estados Unidos en condición irregular desde su ingreso en 2023.
La reacción oficial no se hizo esperar. El gobernador de Texas, Greg Abbott, solicitó públicamente la pena de muerte para González, calificando el hecho como un crimen evitable y señalando que “la delincuencia cometida por personas que cruzan ilegalmente la frontera debe enfrentarse con todo el peso de la ley”. Abbott instruyó además al fiscal del condado de Tarrant para que presente cargos que permitan buscar la máxima sanción penal.
Sin embargo, expertos legales han señalado que los cargos actuales —homicidio involuntario en segundo grado— no contemplan la pena capital en Texas. Para ello, se requeriría reclasificar el delito como homicidio doloso o asesinato capital.
El caso ha reavivado debates sobre migración, seguridad y justicia penal en el estado. Diversas organizaciones civiles han criticado la postura del gobernador, advirtiendo sobre el uso político de un caso trágico.
Mientras tanto, la familia de Ava Moore ha pedido respeto y privacidad ante la pérdida. Describieron a la joven como una persona comprometida y apasionada por servir a su país, que estaba por iniciar una prometedora carrera militar.