La tranquilidad de Salamanca sigue cediendo terreno ante la inseguridad. Los recientes hallazgos de osamentas y hechos violentos en colonias como La Cruz, El Pitahayo y San Juan de la Presa reflejan un clima en el que los delitos de alto impacto ya forman parte de la vida diaria, sin que las estrategias municipales logren revertir la situación.
Aunque el presidente municipal, César Prieto, atribuye algunos movimientos operativos a las corporaciones federales, las cifras que él mismo reconoce dejan claro que la violencia se mantiene en niveles preocupantes.
“En temas de robo de vehículo con violencia, efectivamente el mes de julio fue el mes más complicado para nosotros, hubo 16 robos, en este mes de agosto llevamos 2; respecto al robo a comercio con violencia, en el mes de julio hubo 13 robos a comercio con violencia reportados, en este mes de agosto llevamos 5, lo cual es un número preocupante que sí tenemos que estar atendiendo y en el caso de robo a comercio sin violencia, en el mes de julio fueron 3 y en este mes de agosto llevamos 3”, declaró.
Las estadísticas muestran que, aunque en lo que va de agosto hay una ligera baja en algunos rubros, la realidad es que los delitos continúan afectando a la ciudadanía. A los robos de vehículos con violencia y los asaltos a comercios se suman hechos recientes que han marcado a la población: el pasado 6 de agosto, vecinos de La Cruz amanecieron con el hallazgo de restos humanos sobre la carretera, apenas horas después de que en Barlovento un hombre resultara lesionado por impactos de arma de fuego.
La violencia no es un hecho aislado, sino una constante que erosiona la vida diaria en Salamanca. Al final, la responsabilidad de garantizar la seguridad recae en el gobierno municipal, y las acciones que ha tomado César Prieto no han conseguido devolver la confianza ni frenar el avance del crimen.
A este panorama se suma el retiro del punto de presencia de la Guardia Nacional en la zona sur, avalado por el propio alcalde bajo el argumento de un “reacomodo operativo”. Aunque Prieto señala que fue decisión de la federación, él y su director de Seguridad Pública son quienes deberían conocer mejor que nadie las necesidades y puntos críticos de la ciudad. Para los vecinos, dejar sin presencia a una de las zonas más conflictivas, justo cuando aumentan los robos de vehículos, los asaltos violentos y se registran hallazgos de restos humanos, es una decisión que agrava la vulnerabilidad de la población.


































