La ciudad de Salamanca fue testigo de una celebración especial: la Parroquia de San Antonio Abad cumplió 50 años de su creación canónica, acontecida en agosto de 1975. Durante medio siglo, este templo no solo ha sido un espacio religioso, sino también un punto de encuentro para las familias salmantinas, un lugar donde se han acompañado momentos de fe, esperanza y también de dolor compartido.
Los festejos iniciaron con un novenario del 16 al 24 de agosto, acompañado de peregrinaciones vespertinas y misas con amplia participación de comunidades y colonias de la ciudad. Entre los actos más significativos estuvo la bendición de la nueva imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, signo de renovación para los creyentes, así como la misa por los bienhechores de la fiesta, celebrada el domingo 24.
El día central del aniversario se llevó a cabo el lunes 25 de agosto, con un programa que incluyó mañanitas con mariachi, una misa matutina por los bienhechores y, por la tarde, la Solemne Eucaristía concelebrada presidida por el obispo Mons. Enrique Díaz Díaz. Tras la celebración, los fieles compartieron alimentos y música en un ambiente de fraternidad.
Más allá de las actividades religiosas, este aniversario recordó que la Parroquia de San Antonio Abad ha sido durante 50 años un pilar en la vida diaria de la ciudadanía, brindando acompañamiento espiritual, espacios de formación y solidaridad en tiempos difíciles. Su presencia ha marcado generaciones, convirtiéndose en parte de la identidad y el corazón comunitario de Salamanca.
Con el lema “50 años haciendo comunidad”, la celebración no solo honró la historia de la parroquia, sino también la fe viva de los salmantinos, que continúan encontrando en este templo un lugar para crecer como creyentes y como ciudadanos.


































