
El día jueves llegará a la plataforma VIX el documental “Debanhi, Una Historia de Redes”, una producción que busca reconstruir el caso de la joven Debanhi Escobar, cuyo feminicidio conmocionó a México y atrajo la atención internacional. Sin embargo, el anuncio del estreno ha detonado una encendida discusión en redes sociales, donde opiniones divididas han puesto en el centro del debate la pertinencia de lucrar con este tipo de contenidos y el papel de la familia en su realización.
En la publicación donde se anunció el estreno, algunos usuarios criticaron fuertemente a la familia de Debanhi, especialmente al padrastro de la joven, señalando que estaría aprovechando la tragedia para obtener beneficios económicos. Comentarios como “vio la oportunidad y no la dejó pasar, total no era su hija de sangre” reflejan el descontento de ciertos sectores, que acusan a los padres de monetizar el dolor.
Sin embargo, otros internautas han salido en defensa de la familia, argumentando que nadie puede juzgar cómo cada persona sobrelleva el duelo y las dificultades económicas que surgen tras una tragedia de esta magnitud. “Cuando les suceda, me comentan, a ver si les queda las ganas de reírse de la desgracia de otro ser”, replicó una usuaria, señalando la falta de empatía de quienes critican sin conocer la situación real de la familia Escobar.
La discusión no solo se centra en el tema económico, sino también en la utilidad del documental como herramienta de concientización. Algunos consideran que producciones como esta sirven para generar reflexiones sobre la violencia de género y advertir a jóvenes sobre los peligros que enfrentan al salir solas. “Está bien que se haga el documental, tal vez ayudará a señoritas a saber cómo y dónde tomar precauciones”, opinó un usuario, resaltando el posible valor social de la obra.
En contraste, hay quienes consideran que más que crear conciencia, la industria del entretenimiento ha encontrado en estos casos una oportunidad para generar ganancias, utilizando el dolor de las víctimas y sus familias. “Personas que lo verán en lugar de tomárselo en serio, van a hacer chistes y bromas sin sentido”, lamentó otra internauta, preocupada por la banalización de la violencia.
El caso de Debanhi Escobar ocurrió en abril de 2022, cuando la joven de 18 años desapareció tras asistir a una fiesta en el municipio de Escobedo, Nuevo León. Su imagen, caminando sola por la carretera, se viralizó en redes sociales y se convirtió en símbolo de la violencia que enfrentan las mujeres en México. Días después, su cuerpo fue hallado dentro de una cisterna en un motel cercano. La investigación inicial estuvo plagada de irregularidades y contradicciones, lo que generó indignación social y múltiples reclamos de justicia.
El feminicidio de Debanhi no solo evidenció fallas estructurales en el sistema de procuración de justicia, sino que también expuso los peligros a los que se enfrentan diariamente las mujeres en el país. A casi tres años de su asesinato, el caso sigue sin esclarecerse por completo y los responsables continúan sin ser identificados ni castigados.
Mientras algunos ven en el documental una oportunidad para mantener viva la memoria de Debanhi y visibilizar la crisis de feminicidios en México, otros lo perciben como un intento de lucrar con el dolor. Lo cierto es que el estreno de “Debanhi, Una Historia de Redes” ya ha cumplido un objetivo: reavivar el debate sobre la violencia de género, la responsabilidad mediática y el derecho de las familias a buscar diferentes formas de procesar su duelo.