En el corazón de Oaxaca, la moda rápida acaba de pisar el respeto: el gobierno estatal acaba de denunciar que Shein, junto con el vendedor Danny C&R, está vendiendo prendas que imitan los bordados tradicionales del Istmo de Tehuantepec, sin pedir permiso ni reconocer su valor ancestral.
Desde las redes oficiales, las autoridades elevaron su voz con firmeza: “Estas prendas deben desaparecer de inmediato de la venta, promoción y circulación”, exigieron. Y no solo eso: pidieron abrir un diálogo de verdad, con respeto, para reparar el daño y honrar el simbolismo e impacto económico del patrimonio cultural de esas comunidades.
Porque estos diseños son mucho más que estampados bonitos: son el alma viva de una cultura, tejidos con hilos que guardan historia, resistencia y el poder de la identidad de las mujeres istmeñas. No se trata solo de tela, sino de memoria, fuerza colectiva y forma de vida ancestral, que sostiene comunidades enteras.




































