La creciente violencia y la falta de condiciones mínimas de seguridad han obligado al cierre definitivo del Santuario Ostok, uno de los refugios más importantes para fauna silvestre en el norte del país. Ubicado en el municipio de La Campana, en Culiacán, el centro alberga actualmente a más de 700 animales, quienes serán reubicados en un operativo sin precedentes: una mega caravana de rescate y traslado hacia un nuevo destino aún por revelarse.
El Santuario Ostok, conocido por su labor en el rescate, rehabilitación y protección de especies silvestres, muchas de ellas víctimas del tráfico ilegal, el maltrato o el abandono, ha enfrentado en los últimos meses una serie de amenazas y situaciones de riesgo que han puesto en peligro tanto a los trabajadores como a los propios animales.
El traslado de los más de 700 ejemplares, que incluyen felinos, primates, aves, reptiles y mamíferos rescatados de situaciones críticas, requerirá una operación logística compleja que involucra coordinación con autoridades ambientales, transportes especiales, y equipos veterinarios.
Organizaciones ambientalistas y defensoras de los derechos animales han manifestado su preocupación y llamado a las autoridades locales y federales para garantizar el resguardo y la integridad tanto de los animales como del personal involucrado en su cuidado.
Este cierre marca un momento crítico para la conservación animal en México, particularmente en una región donde la inseguridad ha escalado a niveles alarmantes. La comunidad local y nacional observa con atención el destino de estos animales, símbolo del esfuerzo civil por enfrentar los estragos del tráfico de especies y la indiferencia institucional.