
La pequeña Sofía, de tan solo cuatro años, enfrenta una crisis que pone su vida en peligro tras la revocación de su visa humanitaria.
Con una condición médica grave, requiere tratamiento urgente en menos de 48 horas, pero la amenaza de deportación se cierne sobre ella y su familia.
La comunidad y organizaciones defensoras de derechos humanos han alzado la voz para exigir una solución inmediata, apelando a la sensibilidad de las autoridades ante esta situación crítica.
La incertidumbre crece, y cada minuto cuenta para garantizar que Sofía reciba la atención médica que necesita.