En la colonia El Pitahayo, familias enteras viven en condiciones que, según denuncian, reflejan un abandono significativo por parte de las autoridades municipales. Entre promesas incumplidas, servicios básicos inexistentes y apoyos que no resuelven lo esencial, los habitantes exigen atención real y no solo discursos.
Luego de que César Prieto hiciera la entrega de calentadores solares a varios vecinos de una parte de la colonia, los residentes señalan que el apoyo resulta inútil mientras no cuenten con el servicio básico de agua potable.
Una vecina expresó su frustración al señalar la contradicción entre los programas sociales que presumen las autoridades y la realidad que ellos enfrentan día a día.
“Dice el presidente ‘no pues vamos a ver ¿quiénes salieron beneficiados por el calentador?’ a mí me dieron calentador, le digo ‘yo, pero ¿de qué sirve si no tengo agua?’”, relató con evidente molestia.
Los vecinos aseguran que la colonia lleva años sin acceso al agua potable, lo que hace imposible aprovechar los calentadores entregados. A esto se suma la falta de drenaje y de regularización de las viviendas, problemas que han sido señalados por años sin que exista una solución concreta.
“Ya tiene años, años que andan diciendo de las escrituras y nada más nada, no resuelven nada”, añadió.
Incluso explican que, aunque las casas no están escrituradas, el servicio de luz sí fue instalado y todos cumplen con sus pagos:
“No tenemos escrituras ni nada, pero sí nos pusieron la luz y nosotros pagamos, todos pagan su recibo de luz”, comentaron.
Sin embargo, lo que más indigna a la comunidad es la ironía de recibir un aparato para calentar agua cuando no tienen ni una gota en sus hogares.
“No tenemos agua potable, ni drenaje”, reiteraron los inconformes.
La colonia El Pitahayo es un ejemplo más de cómo, pese a los anuncios y promesas de las autoridades municipales, los servicios esenciales siguen sin llegar. Mientras tanto, las familias continúan esperando que se les reconozca su derecho a vivir con dignidad.
Los testimonios reflejan un profundo abandono institucional, pues se entregan apoyos que lucen bien en el discurso, pero no resuelven la precariedad en la que viven parte de las familias que viven en el Pitahayo, pues solo es una fracción de la colonia la que se encuentra en estas condiciones.


































