La inseguridad que prevalece en #Salamanca pone en riesgo la integridad de los trabajadores de la educación.
Crece el malestar entre docentes de distintos niveles educativos luego de que se diera a conocer una estrategia oficial que contempla que los maestros salgan directamente a buscar alumnos que han abandonado las aulas.
El programa, presentado en días recientes, plantea que los docentes acudan a colonias, comunidades e incluso domicilios para intentar reincorporar a estudiantes que no regresaron a clases, bajo el argumento de disminuir la deserción escolar.
Aunque no se trata de una obligación formal todavía, la sola idea de involucrar a los maestros en tareas de reclutamiento ha causado molestia. “Nos están queriendo cargar con una responsabilidad que no nos corresponde. Nosotros damos clases, no somos promotores”, expresó una maestra de primaria.
Varios docentes consultados advirtieron que esto podría abrir la puerta a presiones laborales: si la matrícula no aumenta, se corre el riesgo de que cierren grupos o reduzcan horas. “Al final, si no hay niños, los primeros que salimos perdiendo somos nosotros”, señaló un profesor de secundaria.
La propuesta ha provocado preocupación también por razones de seguridad, para algunos maestros, recorrer colonias o ir a casas de alumnos representa un riesgo personal que no están dispuestos a asumir.
“Ni nos consultaron, lo anunciaron. Y muchos sentimos que tarde o temprano lo van a querer volver obligatorio”, afirmó otra docente.
En redes sociales, varios usuarios —incluidos maestros y padres de familia— han expresado su inconformidad y cuestionado si realmente es tarea del personal docente resolver problemas estructurales de deserción.
Por ahora, la estrategia está en etapa de implementación inicial, pero el descontento ya es evidente y marca el inicio de una discusión que podría crecer en los próximos meses si no hay cambios en la forma en que se pretende aplicar.


































