El gobierno municipal de Salamanca, encabezado por César Prieto, ejecutó un movimiento presupuestal que retira 6 millones 443 mil pesos de áreas esenciales —seguridad pública, atención ciudadana, medio ambiente, control animal, desarrollo económico, servicios administrativos y sentencias judiciales— para destinarlos a la partida utilizada en las fiestas decembrinas.
La operación está documentada en el oficio SPP/281/2025, firmado por el secretario particular Luis Enrique Martínez Saavedra, con el cual se instruye fortalecer la partida 3820 “Gastos de Orden Social y Cultural”, que financia los eventos navideños.
Para cubrir esos gastos, el gobierno municipal tomó recursos de rubros que por ley deben mantenerse como prioritarios.
Las cantidades que la propia cédula presupuestal registra con signo negativo —es decir, los montos que realmente fueron recortados— suman 6,443,000 pesos, provenientes de:
• 35601 – Reparación y mantenimiento de equipo de defensa y seguridad:
3,000,000 pesos recortados, afectando directamente el mantenimiento de patrullas, radios, chalecos y equipo operativo.
• Servicios administrativos:
343,000 pesos recortados.
• Proyectos agrícolas:
350,000 pesos recortados.
• Medicinas y productos farmacéuticos:
250,000 pesos recortados.
• Sentencias y resoluciones judiciales:
1,900,000 pesos recortados, aun cuando se trata de obligaciones legales que el gobierno está obligado a cumplir.
• Mantenimiento adicional de equipo de seguridad:
600,000 pesos recortados.
Todos estos fondos fueron trasladados a la bolsa que se utiliza para financiar los festivales decembrinos del municipio.
Aunque la instrucción está firmada por el secretario particular, el documento proviene directamente de Presidencia Municipal, con sello y membrete oficial.
El movimiento es institucional y corresponde de manera directa al gobierno de César Prieto.
El oficio intenta justificar el traspaso señalando que las actividades decembrinas buscan “reconstruir el tejido social”. Sin embargo, la documentación demuestra que para llevarlas a cabo se decidieron recortes a funciones indispensables: seguridad pública, salud, desarrollo económico, medio ambiente y cumplimiento de sentencias.
Este movimiento presupuestal deja evidencia de falta de planeación financiera, ya que, de existir recursos disponibles para estos eventos, no habría sido necesario retirar fondos de áreas que sostienen la operación básica del municipio.
Mientras Salamanca enfrenta:
• patrullas fuera de servicio,
• rezago en atención ciudadana,
• problemas ambientales,
• una crisis visible de animales en situación de calle,
• litigios que requieren atención jurídica, el gobierno municipal decidió priorizar la programación festiva.
Los montos están en las cédulas oficiales. Las firmas están ahí.
El recorte está plenamente documentado.
Lo que falta es una explicación pública del Ayuntamiento sobre por qué las fiestas de diciembre recibieron prioridad sobre la seguridad, la salud, el medio ambiente y las obligaciones legales de la ciudad.


































