
La Biblioteca Bartolomé Sánchez Torrado, considerada la más antigua del municipio, ha reabierto sus puertas en una nueva ubicación: el número 23 de la calle Juárez, en la colonia Centro. Con un horario extendido entre semana y servicio los sábados, el espacio busca reactivarse como un punto de encuentro para la lectura, el estudio y la cultura.
La biblioteca ofrece acceso a una amplia colección de literatura mexicana e internacional, así como libros técnicos. Para utilizar sus servicios, es necesario contar con una credencial de usuario, que puede obtenerse presentando identificación oficial, comprobante de domicilio y dos fotografías tamaño credencial.
Además del préstamo de libros en sala y a domicilio, se prevé que en los próximos días se realicen talleres de lectura y actividades educativas. Algunos libros también serán entregados gratuitamente como parte de una campaña para incentivar el interés por la lectura.
No obstante, la reapertura ha generado opiniones divididas entre la ciudadanía. Algunos jóvenes expresan dudas sobre el alcance real que este tipo de espacios puede tener en la actualidad.
«Yo creo que, sí ayudaría, pero no creo que incrementa a que los jóvenes o niños quieran ir, porque como ya lo han mencionado anteriormente, eso de la tecnología y de que ya todo lo tienen en el teléfono o así como que ya no les da la curiosidad de querer asistir a esos lugares», declaró
Otros señalan que el interés por la lectura depende, en gran parte, del entorno familiar.
«Yo siento que sí, pero también siento que depende mucho por parte de las familias, o sea, si tus papás no te dicen así como de que oye, hazlo, siento que últimamente las nuevas generaciones de padres como que no inculcan esa parte, entonces pues a lo mejor se puede llegar a perder un poco, pero no veo mal que abran una nueva biblioteca porque pues el chiste es que la gente vea que si se está tratando de seguir inculcando esa cultura de la lectura», puntualizó Arantza.
Por otro lado, hay quienes ven con optimismo el regreso de la biblioteca al centro de la ciudad.
«Puede ser que una biblioteca ayudaría bastante a eso, más personas irían tal vez o alguien podría interesarse en un libro que no había leído», señaló Ian.
La reapertura de este recinto se suma a otros espacios similares que operan en Salamanca. Aunque su existencia es valorada por muchos, el verdadero reto está en lograr que estos lugares no solo se mantengan abiertos, sino que realmente conecten con las nuevas generaciones.