
En las últimas dos semanas, el mundo ha seguido con atención el conflicto bélico entre Irán e Israel, dos potencias con capacidad nuclear, que pese a su gravedad ha dejado un saldo oficial de 28 muertos.
Sin embargo, en una aparente paradoja de escala, el estado de Guanajuato ha registrado en solo una semana la ejecución de 20 personas, entre ellas un niño.
La comparación resulta perturbadora, pues mientras dos naciones enfrentadas en una guerra abierta contabilizan menos de treinta muertes, en un estado sin guerra declarada como Guanajuato, la violencia cotidiana alcanza cifras similares en apenas unos días. Esta situación evidencia la magnitud de la crisis de seguridad que vive la la entidad y que afecta directamente a la población civil.
Expertos en seguridad han señalado que la combinación de enfrentamientos entre grupos criminales, la debilidad institucional y la impunidad reinante han convertido a Guanajuato en uno de los epicentros de la violencia en México.