
Cristian Isaac Primero Hernández, un joven de 20 años y elemento de la Guardia Nacional, falleció tras varios días en estado crítico debido a un accidente mientras cumplía con su labor. A pesar de su trágica muerte, su vocación de servicio trascendió su partida, ya que sus órganos fueron donados para dar una nueva oportunidad de vida a otras personas.
El accidente ocurrió la noche del sábado 5 de abril en la carretera Apaseo el Alto–Querétaro, frente al balneario Mary. Cristian se encontraba asegurando la zona de un percance vial donde dos personas habían resultado heridas. Su misión era proteger a los involucrados y evitar más riesgos en la vía.
Sin embargo, la tragedia ocurrió de manera repentina. Una camioneta Ford Lobo, que circulaba a alta velocidad, no respetó las señales de advertencia y chocó contra una unidad oficial. Como resultado, Cristian fue gravemente herido. El conductor del vehículo, un hombre de 58 años, también sufrió lesiones severas.
Ambos fueron trasladados de inmediato a un hospital. Durante varios días, Cristian permaneció en estado crítico mientras su familia y seres queridos mantenían la esperanza de su recuperación. Lamentablemente, el 9 de abril, su cuerpo no resistió más.
A pesar de la tristeza por su partida, su familia tomó una decisión que permitió que su legado continuara: autorizaron la donación de sus órganos. Gracias a este noble gesto, varias personas hoy tienen una nueva oportunidad de vivir.
Cristian dedicó su vida a proteger y servir a los demás, y con su última acción, reafirmó ese compromiso. Aunque ya no porte su uniforme, su generosidad y espíritu de ayuda seguirán presentes en cada vida que logró salvar.