fbpx

B i ó s f e r a ( Kuxtal / Yolistli )

Derechos humanos, autodeterminación y soberanía Por: Alfonso Díaz Rey Con ofrecimiento de disculpas a Manuel De la Torre,por el atrevimiento de “colgarme” de su artículo  publicado en la anterior...

Derechos humanos, autodeterminación y soberanía

Por: Alfonso Díaz Rey

Con ofrecimiento de disculpas a Manuel De la Torre,por el atrevimiento de “colgarme” de su artículo  publicado en la anterior entrega de esta columna.

(Imagen tomada de la Declaratoria de la X Asamblea Nacional de Afectados Ambientales)

Si bien las causas del cambio climático y sus efectos son tanto naturales como antropogénicas, las que más han influido para acelerarlo y convertirlo en un problema planetario son las mencionadas en segundo término, las producidas por los seres humanos.

Para asegurar su existencia, el ser humano primero consumió directamente los elementos que la naturaleza ponía a su alcance y posteriormente, con el desarrollo de la tecnología y la ciencia, los empezó a transformar para cubrir sus necesidades.

Mientras produjo para cubrir sus necesidades, el ser humano vivió en un ambiente de cierto equilibrio con el medio que le rodeaba y los impactos que su actividad generaba de alguna manera eran, por su magnitud, compatibles con ese medio y la naturaleza tenía la capacidad de absorberlos.

Cuando la producción se convirtió en un medio para obtener ganancias en lugar de satisfactores esenciales para vivir, se inició la aceleración del proceso de deterioro ambiental, que ligado a la desigualdad inherente a esa forma de producir, fueron detonador para la agudización de problemas de todo tipo que actualmente padecen los seres vivos y el planeta entero.

La desigualdad es un obstáculo para el ejercicio de los derechos de la inmensa mayoría de los seres humanos y la forma en que la sociedad está organizada para producir genera, por un lado, una enorme concentración y centralización de riqueza y capitales que se utilizan para crear o reproducir las condiciones para seguir acumulando riquezas y, por otro lado, se genera cada vez más desigualdad entre quienes acumulan y quienes producen esa riqueza, el pueblo trabajador.

Y no es casualidad que quienes forman parte de ese pequeño estrato que posee el poder económico en una sociedad, sea también quien ejerzan el poder político y el control del Estado para desde ahí evitar cambios que amenacen su estatus.

Si la sociedad civil se limita a demandar a los gobiernos que pidan a las grandes empresas que sean ambientalmente responsables, recordemos que vienen a nuestros países porque generalmente nuestros gobiernos cumplen las exigencias que el gran capital pone para instalarse aquí, incluidos bajos salarios, flexibilidad laboral, exención de impuestos y laxitud en normativa ambiental. Es casi como pedirle al lobo que cuide a la caperucita.

Así que si creemos que quienes actualmente están en el gobierno atenderán las necesidades más urgentes del pueblo y garantizarán sus derechos, estaremos cayendo en un sueño inducido por ellos mismos, una especie de hipnosis, el que nos mantendrá por mucho tiempo con la esperanza de que algún día cumplirán sus promesas. Y solamente en la era neoliberal en nuestro país, llevan más de 30 años prometiendo el paraíso.

Debemos soñar, pero ser nosotros los constructores del sueño. Un sueño en el que nos veamos trabajando por organizarnos, por unir esfuerzos con base en coincidencias y luchar por construir un país nuevo, realmente libre, unido y soberano.

Categorias
BIÓSFERA
Sin comentarios

Deja una Respuesta

*

*

Relacionado con

Social Media Auto Publish Powered By : XYZScripts.com