Durante la celebración realizada en el panteón de las Flores con motivo del Día de Muertos, el sacerdote Pedro Olvera, manifestó que en Salamanca “la gente se está alejando más de Dios” y que la celebración del Día de Muertos, también debe ser un espacio para prepararnos hacia nuestra propia muerte.
“Hoy no creemos, hoy dicen son cosas de viejitos que los viejitos vayan porque la iglesia aquí en Salamanca, yo como misionero cada tres años que vengo, veo que la gente se está alejando más de Dios, ya no creen, creen cuando llega una dificultad, todos queremos que los Santos nos escuchen, pero nosotros no queremos escuchar a Dios” expresó el presbítero.
El padre exhortó a los oyentes a reflexionar sobre su propia vida, y hablo de la importancia de la fe, la sensibilidad y la manera en cómo a través de escuchar la pablara, comulgar y mediante la confesión podemos irnos preparando para aceptar nuestra propia muerte.
“Hoy con esta fiesta la iglesia nos enseña a pensar que un día también nosotros estaremos contemplando la gloria de Dios, moriremos porque la muerte no escoge a gente rica solamente, a gente pobre, a gente enferma, a gente anciana. No, la muerte llega al improviso” dijo.
Expuso que nos cuesta mucho trabajo aceptar la muerte, pero dijo, ésta no debe ser vista ni esperada con miedo, ya que si la vida fue alimentada con el amor de Dios, no hay nada que temer.
“Hoy hemos perdido la sensibilidad, el amor de Dios en nuestra vida; vivimos el año de la misericordia, cuántos de nosotros hemos ido a pasar la puerta santa, cuántos de nosotros hemos ido a confesar nuestros pecados para ganar indulgencias (…) Nos cuesta mucho trabajo aceptar la muerte porque no tenemos a Dios en nuestra vida. Tengamos fe y pidamos por todos estaos fieles difuntos que se encuentran en este lugar sagrado” resaltó el padre Pedro durante la Eucaristía.