ESPECIAL
En la comunidad La Noria prevalece el asombro, el desconcierto y desconocimiento, nadie sabe cuándo llegarán los seis cuerpos de la familia guanajuatense asesinada en Estados Unidos la semana pasada.
Ubicada a cinco kilómetros de la zona urbana de Tarímoro, La Noria está a un costado del Camino Real que conduce a Celaya. El poblado está habitado por cerca de 4 mil personas de esa cantidad el 30 por ciento vive en Estados Unidos, cerca de mil 200 personas regresan en diciembre o mayo para el festejo de la comunidad y a su santo patrono, San Isidro Labrador.
En el poblado hay 800 casas en una de ellas habita Guadalupe, mamá de Rosaura Hernández Vega de 60 años, asesinada junto con su esposo Noé Martínez Rico y sus hijos, Noé y Herminia Martínez Hernández de 40 y 30 años respectivamente; así como los hijos de Herminia, Alejandro y Leonardo Cruz Martínez de 10 y 13 años de edad.
Los cadáveres fueron encontrados con huellas de violencia, estaban en una vivienda de un barrio ubicado al sur de la ciudad de Chicago, sitio donde la familia residía desde hace varios años.
“Yo no sabía nada y una hija que tengo que vive allá por el panteón me vino a decir yo no sabía nada, nada, nada. Me dijo sabes que, ella llorando y yo también, me dijo que todos estaban muertos”, dijo Guadalupe Vega.
Después de que la familia se enteró de la noticia, la otra hija del matrimonio, Violeta que vive en el poblado El Cacalote, viajó a Estados Unidos para comenzar con los trámites de repatriación de restos.
Otros parientes como María, hermana de Rosaura, viajó desde Texas para estar cerca de su madre y esperar los restos para sepultarlos en la comunidad. Al igual que la demás familia, desconoce lo que pasó, nadie ha recibido información oficial y ninguna autoridad ni siquiera municipal se ha acercado.
“Ellos no eran unas personas que no se metían con nadie, sí eran tranquilos, sí”.
Guadalupe recordó que cada año su hija Rosa la visitaba aunque no se quedaba en su casa sino en su hogar.
“A mi nunca me llamaba a su hija aquella era a la que le hablaba pues como yo ni sabía estoy hasta sorda no oigo, por eso no me hablaba, pero si me mandaba mis centavitos con ella Violeta”.
El delegado de La Noria, Juan José Govea indicó que al parecer este fin de semana llegan los cuerpos, pero no es información oficial sólo son rumores en el pueblo donde la gente no sólo se ha unido a la pena también en apoyar económicamente para recibir a la familia Martínez Hernández que será velada en una bodega cercana al panteón de la comunidad.