Imagen tomada de guanajuato.quadratin.com.mx
“El PRI en Guanajuato, sin rumbo ni cabeza”
El futuro rumbo político del PRI a nivel estatal parece incierto en relación a los recientes resultados de las diversas entidades federativas en la cuales se llevó a efecto la elección de nuevos gobernadores, el PRI perdió 7 de 12 gubernaturas.
En Guanajuato las probabilidades de éxito para éste partido en las próximas elecciones parecen cada vez más lejanas, el dirigente estatal Santiago García López se ha visto claramente falto de capacidad política al haber sido designado en su momento favorecido por la falta de opciones, y siendo un total desconocido para los priistas.
No hace falta remontarse muy lejos, ya que las acciones emprendidas por este personaje en contra de todo lo que en su propio pequeño mundo tuviera relación con militantes que no fueran afines a su grupo, conceptualiza evidentemente un notorio desconocimiento de la política.
Con una actitud mesiánica que logró convencer en su momento ofuscando a su entonces aliado político el Senador Miguel Ángel Chico Herrera, y de la mano de su promotor y padrino político el también Senador Gerardo Sánchez y su aún compañera de causa, la Diputada federal Bárbara Botello, el ahora diputado local Santiago García prometió garantizar un cambio en la forma de hacer política dentro del PRI guanajuatense con la propuesta simple de reconstruir a su partido, encargándose en su momento de disuadir cualquier cuestión que tuviera injerencia con el ahora ex legislador y embajador de Uruguay Pancho Arroyo y la actual Diputada federal Yulma Rocha, así como su entonces débil rival político en la competencia a la dirigencia, el poco destacado a nivel estatal por su bajo perfil el notario originario de Celaya, Alejandro Lara Rodríguez.
Mediante una fácil victoria y encumbrado Santiago con la designación que obtuvo a base de principios no muy ortodoxos y del que hubo muchas voces que le reclamaron la obtención del triunfo mediante supuestos pagos y presiones a los consejeros políticos, posterior a esto ya como dirigente estatal del PRI se esforzó por fragmentar en el mayor número de partes posible a la militancia que extrañamente lo llevó a la dirigencia.
Santiago dividió a los suyos irremediablemente, y ya de antemano anticipadamente les ha hecho el gran servicio a los adversarios políticos del PRI.
La reciente renuncia de Manlio Fabio Beltrones por los malos resultados de las últimas elecciones ha desencadenado ya en el álgido reclamo de algunos diputados priistas como el celayense Jorge de la Cruz, y las irapuatenses Yulma Rocha y Arcelia González que le exigen a Santiago García que renuncie en base al pésimo rendimiento electoral que ha tenido éste último en las elecciones del 2015.
La respuesta no se hizo esperar y Santiago García ha renunciado pero únicamente a su sueldo como dirigente estatal por aproximadamente la cantidad de cuarenta y cuatro mil pesos mensuales, conservando obviamente sustanciosas canonjías como viáticos y demás emolumentos que son lo que realmente implican cantidades elevadas de dinero, así como el puesto en franca oposición a los reclamos que le hacen sus correligionarios.
El PRI en Guanajuato sigue padeciendo de sus antiguos males ya que no aprende de sus propios errores y ha optado por seguir dejándole el camino llano al PAN en una especie de comparsa política que viene dándose desde la renuncia del entonces gobernador electo a Guanajuato por el PRI el ex regente Ramón Aguirre Velázquez, que en su dicho por órdenes de Salinas de Gortari optó por no acceder a tomar protesta de la gubernatura de Guanajuato hace cerca de veinticinco años y de los cuales el PRI guanajuatense no se ha podido levantar desde las épocas del panista Carlos Medina Plasencia como gobernador interino de Guanajuato.
Todo esto ha desembocado en que actualmente no pocos de los priistas con puestos de representación popular en muchos municipios del estado se pelean como caníbales entre ellos mismos buscando sobresalir mediante el consentimiento inescrupuloso de las políticas oficiales con tal de obtener la dudosa distinción de ser el priista que mejor arreglo tiene con los gobiernos del PAN.
Es así que podría anticiparse la debacle priista de forma incuestionable para el 2018, Santiago García ha logrado lo imposible… reunir a la mayoría de los militantes de ese partido pero en su contra, los reclamos son cada vez más insistentes y las probabilidades de éxito electoral se les ven cada vez más menguadas.
El PRI se ha encargado a nivel estatal de otorgar nombramientos a diestra y siniestra de todos los cargos partidarios imaginables, las excusas son muchas, y el crear nuevos cargos ha sido tarea fácil para continuar embaucando a placer a su poca militancia que aun le es aparentemente fiel, la política recurrida por Santiago García es de encausar a muchos supuestos nuevos líderes pero con pocos soldados, en una estrategia totalmente inversa a un más experimentado Humberto Andrade del PAN estatal que con más cordura busca consolidar a muchos soldados con pocos generales.
El 2018 comienza a verse más cerca, y el actual dirigente estatal Santiago García parece estar totalmente confundido al no tener la directriz y tampoco ser la guía política innegable de su partido por su propia opacidad política.
Un descontrolado priismo sigue viviendo su constante de cada elección desde hace varios trienios, ser la segunda fuerza política en el estado de Guanajuato, a lo que parecen cada vez… ya más acostumbrados.
En la vox populi de los priistas el episodio Santiaguista comienza a parecer ya una eternidad.
