Según la Encuesta Nacional de los Hogares (ENH), en México el 49,6% de la población vive preocupada y nerviosa.
La ENH recaba información acerca del estado de salud emocional de las personas de 7 años y más. La información recae en temas como la sensación de nerviosismo, cansancio, depresión, dolor o dificultades para concentrarse; así como su intensidad, frecuencia y el consumo de medicamentos para su atención.
Entre los principales resultados de salud emocional de la población se tiene que en 2015 el 49.6% de las personas del rango de edad mencionado, se han sentido preocupados o nerviosos. Por sexo, son las mujeres las que presentan un mayor porcentaje con el 52.7% comparado con los hombres con el 46.2 por ciento.
Tomando en consideración el tamaño de la localidad, son las personas de localidades urbanas las que presentan un mayor porcentaje en el sentimiento de preocupación con el 51.1%, que es más de seis puntos porcentuales mayor que las personas en localidades rurales que representan el 44.5 por ciento.
En relación con estos sentimientos, a nivel mundial, más de 800 mil personas mueren por suicidio cada año.
En México, en 2013 se registraron 5 909 suicidios, que representan 1% del total de muertes registradas, colocándose como la décima cuarta causa de muerte y presentando una tasa de cerca de cinco por cada 100 mil habitantes.
Las entidades con mayor tasa de suicidio son Aguascalientes (9.2), Quintana Roo (8.8) y Campeche (8.5).
El 40.8% de los suicidios ocurren en jóvenes de 15 a 29 años. Entre ellos, la tasa alcanza 7.5
suicidios por cada 100 mil jóvenes.
Del total de suicidios ocurridos en 2013 81.7% fueron consumados por hombres y 18.2% por mujeres.
El ahorcamiento, estrangulamiento o sofocación es el principal método de suicidio (77.3 por ciento).
El principal lugar donde ocurren los decesos es dentro de la vivienda particular (74 por ciento).
Algunos estudios mencionan que este comportamiento se ve diferenciado, no sólo por sexo, sino también por grupos de edad.
Entre los jóvenes existen factores de índole laboral y económica; y en los adultos mayores, la usencia de seguridad social y la pobreza.
En México, más de la mitad de los suicidios son consumados por personas con trastornos depresivos y cerca de uno de cada cuatro casos de suicidio se asocia al alcoholismo. La esquizofrenia y la ansiedad son otros trastornos asociados al suicidio. Dichos padecimientos requieren un adecuado manejo terapéutico y mayor vigilancia cuando se detecta la ideación suicida