La agencia de la ONU para la Infancia advierte de la amenaza que plantea para los más jóvenes la falta de agua y de cómo el cambio climático está agravando el problema.
El agua es elemental. Sin ella, nada pueda crecer. Pero en el mundo millones de niños no tienen acceso a agua segura, poniendo en peligro sus vidas, dañando su salud y arriesgando su futuro”, alertó en un comunicado el director ejecutivo de Unicef, Anthony Lake.
Adoptar acciones colectivas
“Esta crisis sólo crecerá a menos que tomemos acciones colectivas ahora”, insistió.
El documento advierte de que el crecimiento de la población y un mayor consumo y demanda están poniendo más y más presión sobre la disponibilidad de agua, mientras en 36 países esa presión es ya “extremadamente alta”.
Esa situación se da cuando la demanda es claramente superior al suministro renovable disponible, agrega el informe, que señala entre los factores que afectan a la calidad y disponibilidad del agua problemas como el aumento de las temperaturas, el incremento del nivel del mar, la pérdida de hielo y las crecientes sequías.
Más de 800 niños mueren a diario
A día de hoy, 663 millones de personas carecen de acceso adecuado a fuentes de agua y más de 800 niños de menos de 5 años mueren cada día por diarreas vinculadas a agua contaminada y falta de saneamiento y de higiene.
La carencia de un suministro adecuado, recuerda Unicef, expone a los niños a enfermedades como el cólera y la diarrea y hace que, en muchos lugares, los menores dediquen varias horas todos los días a la obtención de agua, impidiéndoles por ejemplo ir a la escuela.
El informe incluye recomendaciones para distintos sectores y pide a los Gobiernos que hagan planes ante posibles cambios en la disponibilidad y la demanda de agua durante los próximos años.
La prioridad, según Unicef, debe ser garantizar el acceso al agua a los niños más vulnerables.