La extinción del hombre
Desafortunadamente en los últimos 150 años de industrialización, los procesos degenerativos y la pérdida del equilibrio ecológico ocasionado principalmente por las acciones humanas, han acelerado procesos que la naturaleza llevaba a un ritmo mucho más lento, un ejemplo palpable es el cambio del clima que en los últimos 50 años estamos llevando al límite y todo indica que sufriremos sus graves consecuencias por la tardía respuesta que actualmente se tiene.
Otro ejemplo alarmante es que las especies vivas se están extinguiendo actualmente a un ritmo mil veces más rápido que el ritmo natural, en este sentido se tiene el conocimiento de al menos cinco extinciones masivas de especies en la historia del planeta Tierra, la última causante de la desaparición de los dinosauros hace 66 millones de años. Sin embargo, los últimos estudios científicos nos alertan que podemos estar al borde de la sexta extinción masiva de especies en la historia de nuestro planeta.
Estos estudios se realizan por el Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México junto con especialistas de la Universidad de Stanford y nos informan situaciones graves como las descritas a continuacióni:
· Más de 30 por ciento de las especies de vertebrados están en declive, tanto en términos de población como de reparto geográfico.
· La extinción masiva de animales como rinocerontes, gorilas o leones se acelera y apenas quedan 20 o 30 años para atajar esta aniquilación biológica que pone en peligro los pilares de la civilización humana, advirtió un nuevo estudio.
· Se trata de una aniquilación biológica que se produce a escala global, incluso aunque las especies a las que pertenecen estas poblaciones existan todavía en algún lugar de la Tierra.
· La sexta extinción masiva ya está aquí y el margen para actuar con eficacia cada vez es más estrecho, sin duda dos o tres decenios como máximo.
· Estas pérdidas masivas en términos de poblaciones y de especies son el preludio de la desaparición de muchas otras y del declive de los ecosistemas que hacen posible la civilización.
· El descenso de animales salvajes se atribuye principalmente a la desaparición de su hábitat, al consumo excesivo de sus recursos, a la contaminación o al desarrollo de especies invasivas y de enfermedades.
· Varias especies de animales que estaban relativamente seguras hace 10 o 20 años, como los leones o las jirafas, ahora están en peligro.
· Todos los signos apuntan a agresiones cada vez más poderosas sobre la biodiversidad en las próximas dos décadas, pintando una imagen sombría del futuro de la vida, incluyendo la vida humana.
La existencia de los grandes depredadores dentro de un ecosistema es vital para el equilibrio del mismo, casos como la extinción del lobo americano en el parque Yellowstone en Norteamérica y la disminución poblacional por la caza intensiva de tiburón en los arrecifes caribeños, han dado muestra de esto.
Desafortunadamente parece que los humanos aun no entendemos que dependemos de la naturaleza al cien por ciento y en la medida que ésta se vea afectada, estará en peligro nuestra propia especie.
Por otro lado, existen casos exitosos de recuperación de especies animales como el lobo mexicano, ejemplo que debemos multiplicar con urgencia, asociados a proyectos integrales que conlleven cambios radicales en las interacciones hombre – naturaleza en los procesos de desarrollo de la civilización para garantizar la sostenibilidad; un buen punto de partida lo ofrece La Carta de la Tierra; contiene una guía de principios éticos en las áreas social, política, económica, medioambiental y cultural.
i Artículos de referencia [consulta en línea]: http://www.jornada.unam.mx/2017/07/12/ciencias/a02n1cie y http://www.jornada.unam.mx/2017/07/26/ciencias/a02n1cie