Si los hombres han nacido con dos ojos, dos orejas y una sola lengua, es porque se debe escuchar y mirar dos veces antes de hablar.
Pareciera que la reflexión de la escritora francesa Marie de Rabutin-Chantal, marquesa de Sévigné (mejor conocida como Madame de Sévigné); le es poco familiar a las nuevas generaciones, es por eso que hoy la ensalzo merecidamente. Aunque debo reconocer que también los hombres debimos haber nacido con dos cerebros, porque sin duda hay cosas que debiéramos pensar dos veces.
Por ejemplo, para los salmantinos debe ser motivo de gran preocupación la manera inusual en la que se va acrecentando la cantidad de personas con discapacidad. Y si de salir de dudas se trata, basta darse una vuelta a las oficinas gubernamentales, plazas comerciales, tiendas de autoservicio y de conveniencia, etc., y verá que me va a dar la razón. Todos los espacios reservados a personas con discapacidad, se encuentran ocupados por en su mayoría por algunos frágiles mentales que acuden a las salas de proyección cinematográfica, por comida rápida, de visita a tiendas ancla, por la despensa semanal o simplemente para calmar su sed con una cerveza tamaño familiar. Y en el caso de las oficinas, pues que flojera buscar un cajón libre para estacionarse.
Y ándele, si de equidad se trata, sabrá que también existen espacios destinados para personas de la tercera edad y mujeres embarazadas. Y que cree? también estos son ocupados por otros deleznables cerebrales, jóvenes de cabello oscuro que si báculo y mujeres con media hora de embarazo a lo mucho, alegremente acuden a esos comercios con la firme intención de evitar la fatiga, y para esto que mejor que hacer uso de los espacios reservados a otros. Y como en todo, la autoridad? bien, gracias.
En verdad: ¿Es mucho compromiso ser respetuosos, atentos y considerados?, ¿en realidad nos gustaría estar en el lugar de las personas con discapacidad?, ¿deseamos heredar esta desvergüenza a nuestros hijos? Ahora que todas tus respuestas han sido negativas, te propongo meditar las palabras de Samuel Langhorne Clemens, escritor, orador y humorista estadounidense conocido por el seudónimo de Mark Twain: Cumplamos la tarea de vivir de tal modo que cuando muramos, incluso el de la funeraria lo sienta.
Pero como por lo pronto no estamos palmando, hagamos del respeto una conciencia, para con las personas, las unidades de emergencia, los semáforos y nuestras autoridades gubernamentales. Aunque estas últimas no se lo merezcan, pero ya se lo cobraremos en las urnas, porque finalmente lo que están sembrando, eso cosecharán. No se han conformado con desfalcarnos y estar zambullidos en la impunidad; por eso creo yo que parte de nuestra intolerancia se la debemos en gran medida a ellos, ante la falta de seguridad, de empleo y el exceso de contaminación porque estamos respirando un aire de peor calidad que en la megalópolis, y aquí no pasa nada.
Por favor recuerda no dar “mordidas”, porque con esa “lana” los panistas no pintan nuestro entorno, sino el de ellos. Hasta la próxima.