¡Abre los ojos, Miguel!
A finales de los años ochentas, el PAN sacó un desplegado en los principales medios de comunicación, dirigido al entonces gobernador priista Rafael Corrales Ayala, y cuyo título era “¡Abre los ojos, Rafael!”, donde le reprochaban la fe ciega de éste a sus funcionarios y la falta de atención a los principales reclamos de los guanajuatenses.
Hoy también urge que alguien le diga a Miguel Márquez Márquez que abra los ojos, pues la inseguridad y la violencia se apoderan a pasos agigantados de todos los rincones del estado y el gobernador solo se limita a decir que de ese tema respondan sus funcionarios, el Procurador General de Justicia Carlos Zamarripa Aguirre y el Secretario de Seguridad Pública del Estado Alvar Cabeza de Vaca Appendini, a los cuales les profesa fe ciega y su total confianza.
Pero debe saber Márquez Márquez que es él quien debe respondernos, pues a él lo elegimos para gobernar Guanajuato. Zamarripa y Cabeza de Vaca fueron nombrados por el gobernador, pero no para delegar sólo en ellos la primerísima responsabilidad de un gobierno que es la de garantizar el estado de derecho, sino como parte de un equipo de trabajo que él encabeza, por el que debe responder y dar la cara.
Es tiempo que Márquez Márquez deje de coronar reinitas, cortar listones, pasearse por las ferias municipales y asistir a eventos sociales con su enorme sonrisa. Las cosas en Guanajuato en materia de seguridad han llegado al límite y es momento de dedicarle un tiempo por demás razonable para enfrentar el problema, reclamo principal de los guanajuatenses.
¿Cuántas horas le dedica en su agenda Miguel Márquez Márquez para reunirse con los funcionarios involucrados en la seguridad de Guanajuato? ¿Ha formado un gabinete permanente contra la violencia y la inseguridad? ¿Acaso no ha considerado que las ejecuciones, robos, asaltos, secuestros, extorsiones se encuentran en niveles nunca antes vistos?
La situación es seria y está poniendo la duda en muchos ciudadanos que Miguel Márquez Márquez sea un hombre bien intencionado. Es incomprensible que se niegue a mover de sus cargos al Procurador de Justicia y al Secretario de Seguridad Pública del Estado, cuando es evidente que el ciclo del “dúo dinámico” ya terminó y que hoy son parte del problema y no de la solución para recuperar, aunque sea paulatinamente, una seguridad aceptable para Guanajuato.
Los números no mienten y Guanajuato ya es de los estados más violentos del país. Desde que inició el gobierno de Márquez Márquez no se han podido disminuir ninguno de los índices delictivos que más lastiman a la sociedad y eso no puede seguir así. La “luna de miel” del gobernador con los guanajuatenses ya terminó y hoy requiere dar resultados, pues su enorme sonrisa ya no convence a nadie, y el que haya sido seminarista tampoco significa que se le tendrá a lo que diga o haga como un artículo de fe.
Lástima que en Guanajuato no haya una verdadera oposición política, que reclame, exija, evidencie y presione para que el ahora inflexible y autoritario Márquez Márquez corrija errores, acepte sugerencias y sea abierto a la crítica. Como el gobernador tiene “maiciados” a los principales actores políticos, serán los ciudadanos quien debe desde ya alzar la voz para que se retome el rumbo antes que sea demasiado tarde.
Miguel Márquez Márquez y su fracaso como gran elector.
Auto-nominado como el primer panista de Guanajuato y dueño de voluntades de una militancia dócil y servil, Márquez Márquez impuso en casi todo el corredor industrial a los candidatos a presidentes municipales.
En Purísima del Rincón a su compadre José Juventino López Ayala, en San Francisco del Rincón a su amigo Ysmael López García, en León al títere Héctor López Santillana, en Irapuato al soberbio de Ricardo Ortiz Gutiérrez y en Celaya al ineficiente Ramón Lemus Muñoz.
Pues en todos esos municipios en los que Márquez Márquez impuso su voluntad, los alcaldes han resultado ser un verdadero fracaso y decepción para sus gobernados, por su falta de sensibilidad, capacidad, oficio político, tacto solidaridad y una soberbia desmedida en sus actos.
Para el 2018, desde ya sabremos quien no será buen gobernante y para ello solo necesitaremos conocer si vienen “recomendados” por Márquez Márquez…y por nada del mundo votar por ellos.
Adolfo Enríquez Vanderkam
