Con información: Animal Político
Publicar en Twitter fotografías e información personal, aceptar a desconocidos como amigos en Facebook y quedar con ellos para conocerlos en persona, o dejar activo el GPS del dispositivo móvil. Estos son algunos de los principales riesgos del Internet que jóvenes adolescentes mexicanos corren cuando hacen uso de las redes sociales.
Así lo documentó en un estudio la organización civil Guardianes con motivo de la celebración este domingo del día nacional contra el abuso sexual infantil, en el que además se incluyó un decálogo dirigido a fomentar la comunicación entre padres e hijos, y a prevenir el mal uso de Internet por parte de los menores.
El estudio realizó 200 entrevistas con jóvenes de entre 14 y 17 años de varios estados de la República. Y destacó entre sus resultados que 6 de cada 10 menores a los que se entrevistó (58%) dijeron realizar actividades en la red que implican un riesgo.
De acuerdo con los datos del informe ‘Ser padre/madre de adolescentes en la era cibernética’, la actividad riesgosa más común es conversar con desconocidos en redes sociales: 3 de cada 10 admitieron hacerlo.
La segunda práctica más recurrente es ver contenido sexual explícito (28%). Y la tercera, visionar contenido relacionado con el uso del alcohol y drogas (28%).
Otras prácticas inadecuadas son buscar consejos en Youtube para adelgazar (21%), y consultar contenido violento explícito (20%).
Además de estas prácticas, el estudio también subraya que 84% del contenido que los menores divulgan en las redes sociales es información personal, que los puede poner en riesgo al revelar datos sensibles, como su ubicación o domicilio.
2 de cada 10 menores practicaron ‘sexting’
Rosario Alfaro, directora de Guardianes, destacó en entrevista con Animal Político que además de estas prácticas de riesgo, 2 de cada 10 menores de edad han participado por iniciativa propia en sexting; una práctica que consiste en el envío de mensajes eróticos o pornográficos (incluyendo fotografías o videos de desnudos) por medio de los teléfonos móviles, y que ya ha generado graves consecuencias en adolescentes, llegando en casos extremos hasta el suicidio.
De esos casos de sexting, además, hay un 3% que dijo haber realizado esta práctica de manera obligada, lo cual les generó algún tipo de consecuencia grave, como que se publicaran fotografías o videos de ellos en la red, afectando a su reputación.
“Un 3% pareciera que no es una cifra relevante. Pero sí lo es teniendo en cuenta que una muestra de 200 entrevistas no es tan grande. Por lo que nos parece una situación grave, puesto que ya hemos visto que el sexting en menores ha desembocado en casos de suicidio, o en jóvenes que caen en depresión, o en las drogas”, planteó Rosario Alfaro.
Recomendaciones para combatir los riesgos
Ante estos riesgos que plantean las redes sociales, Guardianes publicó, “a modo de sugerencia” un decálogo para “mamás y papás en la era cibernética”.
Informar para prevenir. Guardianes sugiere a los padres que actualicen sus conocimientos en el uso de los dispositivos que ponen en manos de niños, niñas y adolescentes, así como las ventajas que ofrece el acceso a internet, “pero sobre todo, los riesgos a los que pueden enfrentarse”.
Informar para proteger. La organización civil aconseja explicar a los menores de forma clara cuáles son los riesgos en línea, y resolver sus dudas. “Hazles ver la diferencia entre el mundo real y el mundo digital, sus alcances y consecuencias”.
Hablemos de privacidad. Se debe enseñar a los menores a identificar la información personal y familiar, así como datos sensibles que “no deben compartir a través de internet”.
Fomentar canales de comunicación. Para Guardianes es fundamental que los menores sientan la confianza necesaria para contar a sus padres cuando un desconocido los contacte y les pida información. En este punto, Rosario Alfaro recalcó la necesidad de “no revictimizar” a los menores culpándolos cuando se presente una situación de riesgo, ya que de esta forma “se perdería la confianza y la comunicación”. Y la idea es conseguir justo lo contrario: fomentar la buena comunicación.
“El chiste no es prohibir, sino acompañar”
Guardianes propuso también la firma de un contrato simbólico entre padres e hijos, con compromisos por ambas partes –como que los menores se comprometan a responder las llamadas de sus padres, mientras que los tutores se comprometen a no invadir innecesariamente la privacidad del menor-, con el fin de conseguir una mejor comunicación.
“El chiste de este contrato no es prohibir, sino acompañar. Y para acompañar hay que llegar a acuerdos entre la familia. La idea es que padres e hijos platiquen y negocien entre ellos sobre cuáles son las buenas prácticas en el uso de internet”, recalcó Rosario Alfaro.