Por San Agustín

“A buena hambre, no hay PAN duro”.

O lo que es lo mismo, “a falta de PAN, buenas son las tortas”. Es lo que probablemente esté pensando el pseudo aspirante a la candidatura independiente para integrar el Ayuntamiento de Salamanca, César Armando del Ángel Acosta, al ponerse a las órdenes de los caciques del municipio, los “Justinos”.

Y es que como se siguen creyendo amos, dueños y señores, de Salamanca, pretenden seguir haciendo de las suyas, pero hasta para eso se necesita talento. Debieron hacer la selección de su marioneta con un poco más de sapiencia. Para empezar uno que no hubiera sido su empleado y que no fuera vinculado con su partido político.

Alguien que no tuviera parientes en la administración pública “sometido” a las decisiones de los Arriaga. Y lo más lamentable del asunto, que más que una aspiración a candidatura ciudadana, parece a todas luces ser de familiares y amigos. Desde la hermana Violeta, el cuñado Marcos, la comadre Vianney, los hermanos Preciado, uno por cierto en la nómina de asuntos jurídicos de la actual administración, entre otros. Pero ya le andaba. Su planilla y él, amigos también en redes sociales.

Ni modo, si los “Justinos”, pensaban que “agua por mayo, PAN para todo el año”, ahora pueden estar seguros que no y para muestra la raquítica respuesta de apoyos ciudadanos obtenidos por del Ángel Acosta. No obstante, a todos los salmantinos nos ha quedado claro que esta postulación la parieron para restar apoyos al otro aspirante independiente y con esto dejar libre el camino a Antonio “El Rambo” Arredondo. “Aún no ensillaban y ya querían cabalgar”.

Ya solo falta que al patrón Justino Arriaga Silva, “le ahorquen la de seises”, y no sea “El Rambo” el elegido, pues resulta que a Karina Padilla Ávila se le ha visto en las comunidades en compañía del Junior Justino Eugenio Arriaga Rojas, ya saben activos con los programas sociales de origen federal, para empezar a intimidar a la ciudadanía como acostumbra el PAN en Guanajuato.

Aunque algunos comentan que son el equipo de avanzada, porque en cosa de minutos después de su retirada, arriban las brigadas de César Armando del Ángel Acosta, con sus modernas “tablets” de prestigiada marca oriental dispuestos a recabar los apoyos ciudadanos para cubrir su cuota y poder reclamar al pago prometido. Lo único que no me gusta de esto, son los números con los que identifican las tabletas. Están muy feos.

Lo único cierto es que en la lucha por el poder, “armadillo que se duerme, se convierte en charango”.

#ComoMeDuelesSalamanca