• Por segundo ocasión el municipio amedrentó y negó a tianguistas libres la oportunidad de ofrecer sus productos.
• Consumidores y vecinos de colonias criticaron la simulación que se hizo de una obra que no ha iniciado.

Este sábado por segundo día la calle Sol lució desierta, por la intimidación y represión que ejerció el gobierno municipal del Alcalde Antonio Arredondo Muñoz a través de inspectores de Fiscalización y Control de Comercio, para impedir que comerciantes libres pudieran aprovechar los espacios libres y pudieran ofertar sus productos a clientes que como todos los jueves y sábado acostumbraban comprar los diferentes productos que por años se ofertaban en la calle Sol.

El retiro de comerciantes y la negativa de instalarse, fue una medida que desde el pasado jueves se implementó pretextando el inicio de la obra de ampliación de la calle Sol, sin embargo este sábado por segunda ocasión sólo se simuló el inicio de las obras, ya que desde muy temprano llegaron alrededor de 10 tolvas o camiones de volteo, que después de ser estacionadas en la calle Sol casi esquina con avenida Comunicación Norte, de ahí nunca se movieron.

La acción que fue criticada incluso por vecinos de las colonias El Cerrito e Infonavit 1, toda vez que al lugar nunca llegó maquinaria para iniciar la excavación, lo que atribuido por los ciudadanos como un burdo engaño del gobierno municipal para impedir “que la pobre gente que viene a vender, no se instalara, negándoles la oportunidad de sacar para comer”, indicó el señor Miguel Angel, quien comentó que el pasado jueves fue lo mismo, “solo trajeron los camiones unas horas y después se fueron y como ve, no han comenzado con la obra”.

Los ciudadanos solidarizados con la necesidad de muchas personas que dependen del comercio informal para ganarse el sustento, cuestionaron el motivo el por que desde el jueves se impidió la instalación de poco más de 400 comerciantes que dos días a la semana, desde hace años detonaron esta zona, transformándola en un concurrido tianguis.

De igual manera manifestaron su malestar por la intimidación empleada a través de Fiscalización y Control, quien ni siquiera permitió que comerciantes libres, “hagan su lucha, dejándolos que vendan sus productos”, al criticar que no se haya permitido a algunos vendedores aprovecharan temporalmente algunas áreas y terrenos ociosos y que además desinformaran a los clientes que en gran cantidad llegaban, diciéndoles que no habría tianguis hasta nuevo aviso.