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Para varios comerciantes, el posible proyecto que se ha planteado ejecutar en la calle Juárez, representaría mermas, toda vez que en su experiencia, las autoridades nunca cumplen con la fecha de entrega que se les promete, tal cual sucedió durante la administración de Justino Arriaga Rojas, gestión que trasciende porque para decenas de ciudadanos y comerciantes se efectuó una obra de pésima calidad y aunque desde que comenzó la rehabilitación se señaló que el material no era el adecuado, se hizo poco para cumplir las verdaderas necesidades  de la icónica calle Juárez.

Posterior a que el titular de Obra Pública Daniel Mireles abundó que para el próximo año podría retirarse el adoquín, son los mismos comerciantes quienes en un sondeo externaron que no es una mala idea que la calle sea reparada, no obstante, el trabajo tendría que hacerse de manera óptima para que no se tarden más de lo debido, además aplicando los recursos y materiales adecuados para evitar una inversión con pocos beneficios.

La calle Juárez seguirá siendo tema en obra pública, pues de volver a realizarse esta faena, se arrojarían a la basura los 25 millones de pesos que se invirtieron en esta restauración de malísima calidad, es por ello, que los ciudadanos piden que se transparenten los gastos y se evite hacer uso indebido del recurso.

Hace años, la obra perteneciente al proyecto de Regeneración del Centro Histórico de Salamanca, fue hecha por el municipio a pesar de que el deficiente nivel y calidad requerida, se ha notado con las interminables averías que han ameritado muchas reparaciones.
La destrucción por el abandono en que ha quedado la calle, es un cuento de “nunca acabar” y ahora la administración de Beatriz Hernández está planeando realizar nuevamente obras en una de las calles más importantes de nuestra ciudad, aunque todavía falta que el proyecto sea idóneo y se apruebe por el Cabildo.
Hoy en día la calle Juárez sigue pagando el precio de ser una obra costosa y de mala calidad, que generó mucho desconcierto entre los salmantinos, primariamente entre los negociantes quienes hace algunos años vieron quebrantos y bajas ventas en sus negocios, ante este contexto, esperan que no se les perjudique nuevamente puesto que ya no podrían solventar más pérdidas ni soportar  reiteradamente un problema vial y de polvo que perjudica la mercancía.