
En San Felipe, Guanajuato, tres hombres (todos originarios de Dolores Hidalgo) desaparecieron misteriosamente durante la madrugada del lunes 14 de julio, tras asistir a una reunión de apoyo entre integrantes de Alcohólicos Anónimos. Según testigos, los sujetos llegaron al domicilio donde se realizaba el encuentro, participaron en la sesión alrededor de las 23:00 horas y, al retirarse después del primer círculo, se perdieron todos sus rastros.
Familiares informaron a autoridades municipales que los desaparecidos respondieron a los nombres de Hugo “N”, de 32 años; Marco “N”, de 28; y Jesús “N”, de 30, quienes, tras la reunión, abordaron vehículos en compañía de personas desconocidas. Desde entonces, no se ha sabido nada de ellos.
La Fiscalía General del Estado activó los protocolos de búsqueda inmediata en San Felipe y zonas aledañas, y solicitó a la Secretaría de Seguridad Pública estatal reforzar los operativos en carreteras y caminos rurales vinculados a la zona Dolores-San Felipe. Decomisos recientes de armamento y equipo táctico con insignias criminales en esa región hacen temer un posible vínculo con células delictivas activas en el área.
Este incidente agrava el preocupante contexto de violencia que azota al norte de Guanajuato, donde sólo en los primeros siete meses del año se han registrado al menos 27 episodios de alto impacto (homicidios, ataques armados, aseguramientos), muchos concentrados precisamente en municipios como San Felipe, Dolores Hidalgo y San Miguel de Allende.
La Organización de las Naciones Unidas ha exigido a las autoridades guanajuatenses acciones más contundentes para atender la ola de desapariciones en la entidad. Aunque estos tres hombres aparecen como los casos más recientes, datos oficiales revelan que en el estado existen más de 500 personas desaparecidas en los últimos dos años, y muchos municipios carecen de un registro confiable.
Con el reloj caminando en contra de las víctimas, la comunidad de Dolores Hidalgo y San Felipe permanece en vilo, mientras las autoridades intensifican los operativos y solicitan apoyo ciudadano para localizar a Hugo, Marco y Jesús. La falta de información sobre su paradero compromete su integridad y eleva la alarma entre los familiares y vecinos que claman justicia y seguridad.