
La Corte Suprema de Estados Unidos falló este lunes a favor de la administración del expresidente Donald Trump, al autorizar la aplicación parcial de una controvertida orden ejecutiva que busca eliminar la ciudadanía automática por nacimiento, también conocida como jus soli, en ciertas circunstancias.
La decisión del máximo tribunal no validó por completo la medida, pero sí limitó significativamente la capacidad de los jueces federales para bloquear acciones del Poder Ejecutivo que consideren inconstitucionales, abriendo la puerta a su implementación parcial. Expertos en derecho constitucional advierten que esta resolución podría sentar un precedente legal con profundas implicaciones en futuras disputas sobre el alcance del poder presidencial.
La orden afecta de manera directa a ciertos estados de la unión los cuales fueron presentados en un mapa divulgado por la administración donde comenzará a aplicarse de forma inmediata. Aunque los detalles de su aplicación varían según jurisdicción, las reacciones no se hicieron esperar: grupos defensores de derechos humanos denunciaron la medida como regresiva y discriminatoria, mientras que sectores conservadores celebraron lo que consideran un paso hacia una regulación migratoria más estricta.