
La mañana de este lunes 10 de marzo, introductores de reses en Salamanca se manifestaron en las inmediaciones del Rastro Municipal para denunciar que se les está impidiendo el sacrificio de animales debido a la exigencia de documentos a los que, según ellos, no tienen acceso.
“Nos están exigiendo una documentación que no está en nuestras manos y, por lo tanto, nos impiden sacrificar animales. Nos están orillando a realizar matanzas clandestinas, lo que podría afectar la salud de la población porque esos animales no son bien revisados ni sacrificados correctamente”, expresó el señor Abel.
Ante esta situación, los introductores pidieron a las autoridades que flexibilicen los requisitos, ya que consideran que estas medidas obstaculizan su trabajo y les dificultan el acceso al servicio del rastro.
“Queremos que el rastro nos dé el servicio que necesitamos para abastecer a la población y que no nos exijan lo que no está en nuestras manos. Nos piden documentos que ni siquiera podemos explicar porque son muchos, pero lo importante es que nos permitan sacrificar sin tantas trabas”, señalaron los afectados.
Por su parte, el director de Servicios Públicos Municipales aseguró que no se está negando el servicio, sino que se solicita el cumplimiento de requisitos establecidos para garantizar la sanidad de la carne, especialmente en lo relacionado con el control de clembuterol y la regulación de la COFEPRIS.
“En el rastro no se les está negando el servicio. Lo único que se solicita es que cumplan con los requisitos, como las guías de traslado, que funcionan como identificación del animal, y el areteo, exigido por la SADER desde siempre. También deben presentar la carta de proveedor confiable, que garantiza que el ganado no ha sido alimentado con clembuterol”, explicó el director.
El funcionario subrayó que se trata de un tema de salud pública y que los controles son necesarios para evitar riesgos a la población que consume la carne.
“Si cumplen con el requisito de no estar consumiendo clembuterol, se les entrega la carta que estamos solicitando. Nosotros solo pedimos esos documentos para proceder con el sacrificio. Es un tema de salud pública; si no cumplen con los requisitos, no es que les neguemos el servicio, sino que no podemos proceder porque la responsabilidad recaería en el rastro. De hecho, COFEPRIS ha realizado revisiones y se han decomisado reses con clembuterol, las cuales, por norma, deben ser destruidas”, detalló el funcionario.
El conflicto sigue sin resolverse. Mientras los introductores de reses sostienen que los requisitos impuestos dificultan su trabajo y los obligan a buscar alternativas fuera del rastro, las autoridades insisten en que se trata de medidas necesarias para garantizar la seguridad sanitaria. De no llegar a un acuerdo, el sacrificio clandestino podría aumentar, representando un riesgo para la salud pública.