Frustración y preocupación es lo que pescadores de la Laguna de Yuriria mostraron luego de que tras apenas cinco días de abrirse las compuertas de ingreso de agua desde la presa Solís, las autoridades abrieron también una compuerta de extracción, algo que han calificado como “complicado” pues señalan esto va en contra de las expectativas de recuperación del nivel del agua y pone en riesgo su sustento.
Esto tiene lugar cuando la laguna apenas llegaba a la mitad de su capacidad. Los afectados aseguraron que anteriormente la justificación era la seguridad de pescadores y turistas, sin embargo, no permitieron que el nivel llegar al 50 % cuando nuevamente le extraen agua.
Manifestaron desconocer cómo se manejará el agua una vez que entre en operación el acueducto proyectado, lo que les hace temer que la laguna pueda desaparecer.
Por otra parte, criticaron la falta de acción ante la presencia excesiva de lirio acuático, pues en sus palabras hoy hay buco más que en años pasados ya que ha cubierto entre 600 y hasta mil 850 hectáreas del cuerpo de agua, bloqueando la luz, reduciendo el oxígeno y limitando tanto la pesca como el turismo. Este escenario es considerado como una plaga en constante expansión, representando un riesgo grave para la actividad económica y para la salud, por el aumento de mosquitos.


































