El sacerdote Francisco Javier Gutiérrez Díaz, quien oficiaba en una parroquia en el municipio de Salvatierra, al sur de la entidad, fue asesinado de un disparo en la cabeza.
La Procuraduría General de Justicia del estado (PGJ) precisó que el cuerpo del cura se localizó este miércoles en un camino de terracería de la comunidad Ojo Agua de Ballesteros, luego de que vecinos dieron aviso a elementos de la Secretaría de Seguridad Pública estatal.
El jefe de Investigación de la PGJ, Luis Alberto Hernández Rodríguez, señaló que el prelado, originario de Arandas, Jalisco, fue reportado como desaparecido el lunes 6.
Luego de subrayar que hasta ahora “no hay un móvil identificado de este crimen”, el funcionario estatal informó que estaba a la espera del arribo de los familiares para corroborar la identidad del sacerdote, cuyo cuerpo será trasladado a Arandas para su sepultura.
Según la averiguación previa 5688/2015-I, otro cura –de quien no se mencionó el nombre– acudió a la PGJ para reportar que el padre Francisco Javier había salido de la parroquia de Nuestra Señora del Rosario (Capuchinas), en Salvatierra, para viajar a Acámbaro.
En ese lugar, dijo, presuntamente cerraría un trato por la venta de un terreno, pero no precisó con quién y en qué lugar sería el encuentro.
En un comunicado difundido este miércoles, el cardenal Alberto Suárez Inda expresó su consternación por el asesinato de Gutiérrez Díaz, de 60 años y ordenado sacerdote en 1986.
“Tristemente, después de haber salido de su parroquia el pasado lunes 6 de abril, fue asesinado y su cuerpo encontrado en las afueras de Salvatierra”, precisó.
Añadió: “Pedimos al señor le conceda el premio a sus trabajos y perdone a quienes causaron este grave crimen” de quien fuera miembro de la Confraternidad de los Operarios del Reino de Cristo.