La población mexicana tardará más de dos años en recuperarse de la crisis y el impacto económico que ha provocado el confinamiento por el coronavirus, así lo aseveraron analistas en la materia.
Se prevé una caída de 8.9% del Producto Interno Bruto (PIB) para todo el año, seguida de una frágil y lenta recuperación, así lo detalló el Grupo Financiero Ve por Más.
“Asumiendo el escaso apoyo fiscal e importantes secuelas del alto en la producción sobre la oferta y la demanda, con lo que la recuperación de la crisis tomaría más de dos años”, advirtió.
El análisis explicó que, en el tercer trimestre del 2020, la actividad comenzaría a mejorar, con la reactivaron de más industrias y el relajamiento del confinamiento en algunos estados.
Asimismo, la actividad se reestablecerá gradualmente, limitada por los efectos del prolongado alto en la actividad sobre las cadenas de proveeduría, el cierre permanente de negocios, así como por sus implicaciones negativas en la demanda, pues la inversión (baja confianza empresarial, endeudamiento corporativo) y el consumo privado (bajo nivel de empleo y confianza) mejorarían modestamente.
En este contexto, consideró que el mayor riesgo es que se extiendan las restricciones sanitarias en ciertas actividades, tanto en México como en el mundo, por la falta de control de tema de salud, acentuando la caída y la debilidad en la recuperación.
Necesario un programa integral: IDIC
Por su parte, para el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC) es fundamental comenzar a sentar las bases de un programa integral de reactivación productiva que atienda los sectores más afectados tanto por la crisis sistémica que enfrentan (por ejemplo, la industria) como por los efectos del Covid19.
Para eso, propuso como primer paso, un Acuerdo Nacional, acompañado por un programa de Política Industrial Integral. Además de una estrategia puntual para enfrentar los desafíos y las oportunidades que el T-MEC representa.
En cuarto lugar, pidió revisar que los nuevos tratados comerciales no representen una competencia desleal.
Asimismo, propuso generar una estrategia de desarrollo regional y sectorial que atienda una coyuntura que no estaba contemplada a inicio del año y que requiere incorporar nuevos elementos para evitar que la mayor crisis registrada desde 1934 se profundice y cause daños estructurales a una economía que llegó enferma a este momento.
Con información de Proceso