Por: Valeria Guerrero

En Salamanca los cines operan con restricciones tras 5 meses de haber permanecido cerrados.
El pasado 5 de agosto reabrieron sus puertas al público, sin embargo, no pueden recibir a más del 30 porciento de asistentes y quiénes acuden a este lugar deben cumplir estrictamente con las medidas de sanidad que han sido establecidas por las empresas.
En el protocolo de cuidado se encuentra claramente la distancia que debe tomarse entre los espectadores, pues dentro de las salas de cine, los asientos han sido acomodados de manera que no exista contacto alguno entre los asistentes, a excepción de quienes vayan en pareja, además de que hay algunas filas que deben permanecer completamente vacías.
Antes de permitir la entrada a las personas que desean ingresar a las instalaciones del cine, los trabajadores encargados de recibir a las personas están obligados a tomar la temperatura del usuario que además debió sanitizar su calzado antes de entrar, posterior a esto el cliente debe colocarse gel antibacterial y si desea hacer compra de algún producto debe tomar distancia al hacer fila.
Los cines recomiendan a sus clientes hacer la compra de sus boletos a través de internet, ya que de esta manera evitan el contacto con más personas.
Así mismo los trabajadores deberán contar con cubrebocas, caretas, guantes y en el caso de los encargados de la venta de golosinas y comida deben portar una cofia, según la necesidad de cada uno, incluso antes de permitir el acceso a los trabajadores estos deberán pasar por un monitoreo de salud.
Cabe resaltar que después de cada proyección, personal capacitado y asignado sanitiza de nueva cuenta la sala que acaba de desocuparse para que de esta manera exista un menor riesgo de contagio.
En cuanto a los horarios de función, tienen una diferencia considerable que les permita a los trabajadores realizar la limpieza y sanitización de manera exhausta.
Desafortunadamente las consecuencias que la pandemia a dejado a este sector económico son completamente notables, pues mencionaron que la asistencia de espectadores se redujo más de un 70 porciento, ya que de un aproximado de 3000 asistentes por semana, ahora asisten un máximo de 800 personas.